Para José Antonio Griñán, si no estuvieran cerca las elecciones, la actual coyuntura económica estaría fuera del debate y rechaza tajante el tópico de la Andalucía subsidiada, revelando el crecimiento de la aportación regional a los ingresos del Estado.
Si no fuera por la inminencia de las elecciones, no se hablaría del cambio de ciclo económico. Es más, una disminución de tres décimas en el crecimiento español no dan siquiera para debate económico, sino que es, exclusivamente, una discusión política.
Así al menos lo entiende el consejero andaluz de Economía, José Antonio Griñán, quien el jueves participó en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla en los tradicionales desayunos de El Correo de Andalucía, que patrocina el grupo constructor Azvi. Frente al pesimismo, Griñán descartó efectos dramáticos de la actual coyuntura económica y echó la mirada al pasado y mano a los números para edificar sus argumentos.
En concreto, se remontó a primeros de la década, exactamente a 2001, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad aumentaba al 3,8% con un ritmo en la construcción -el ladrillo, ése al que se achacan ahora todos los males- de nada más y nada menos que el 9,7%. Seis años después, el crecimiento regional es idéntico a aquel porcentaje, pero con una actividad constructora e inmobiliaria que lo hace por debajo del 4%. Y no ha pasado nada.
Nada ha gustado al consejero el reciente informe sobre balanzas fiscales -qué comunidad aporta y recibe más- elaborado por el Servicio de Estudios de BBVA, hasta el punto de que ayer mismo le dio por completo la vuelta. En efecto, frente al estereotipo de una Andalucía subsidiada, "que es mentira", Griñán desgranó un rosario de porcentajes recogidos en esa misma publicación.+
Si la comunidad recibió entre 1990 y 1995 un 99% de la cuantía correspondiente a Canarias, un 68% de la de Extremadura, el 88% de la asturiana, el 126% de Castilla y León o el 120% de la gallega, entre 2000 y 2005 los niveles respectivos fueron el 72%, el 41% el 41%, el 65% y el 75%. Es decir, en todos los casos se redujo. Y si tradicionalmente ha habido una comunidad castigada por el centralismo, ésa ha sido Andalucía. Palabras textuales.
Dos detalles más portó. Por un lado, mientras que en la última década la recaudación por el IRPF en el conjunto de España ha aumentado un 80%, la comunidad lo ha duplicado. Y por otro, el último informe de la oficina estadística comunitaria, Eurostat señala que su PIB por habitante rozó el 75% de la Eurozona, alcanzó el 81,8% del promedio de la Unión Europea, y es la región que más empleo crea, y con diferencia: 600.000 en esta legislatura.
El pinchazo inmobiliario, asimismo, no ha tenido repercusión, de momento, en los ingresos de la Junta de Andalucía, si bien el consejero recordó que es "pequeño" el porcentaje que, vía tasas o impuestos, reportan las transacciones inmobiliarias a las arcas de la Administración autonómica. Sí el impacto se dejará notar a lo largo de 2008 y 2009.
No obstante, y también sobre la desaceleración del ladrillo, señaló que ya se están estableciendo políticas "contracíclicas" para el sector, tras recordar que la construcción no es sólo vivienda, sino también obra civil y pública.
Al respecto, citó el Pacto por la Vivienda, rubricado con la CEA y los sindicatos, y su decidida apuesta por la VPO, y el incremento de la inversión pública.
En este contexto, el consejero concluyó afirmando que los presupuestos de la Junta seguirán siendo expansivos pero, eso sí, siempre dentro de la austeridad.
