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Griñán asegura que su marcha libera al nuevo Gobierno del estigma de los ERE

Griñán, que insiste en que no hay “razones jurídicas” para ser imputado, no dejará sus cargos orgánicos

el 24 jul 2013 / 11:47 h.

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El presidente de la Junta, José Antonio Griñán. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán. 28 días. Es el tiempo que ha pasado desde que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, anunció que no se presentaría a la reelección hasta que confirmó ayer su marcha inminente de San Telmo, en un momento delicadísimo para Andalucía. En menos de un mes, el PSOE-A ha elegido por primera vez en unas primarias exprés –con una única aspirante– a Susana Díaz como la candidata a las autonómicas. Pero antes de someterse a las urnas, la consejera de la Presidencia, con 39 años, se convertirá a principios de septiembre en la primera presidenta de Andalucía. Griñán renunciará al puesto el 27 de agosto en el primer Consejo de Gobierno y habrá bicefalia, ya que mantendrá sus cargos de secretario general del PSOE-A y presidente del PSOE. En el Ejecutivo andaluz se abrirá un “nuevo tiempo” y el presidente, que podría ser imputado por la trama de los ERE, no ocultó que su salida de la Junta liberará al nuevo Gobierno de Susana Díaz de la salpicadura del mayor escándalo de corrupción. Griñán ha vuelto a hacer de Griñán. Si hace menos de un mes el presidente, siempre imprevisible, dejó boquiabiertos a los socialistas al anunciar en el Debate del Estado de la Comunidad que no repetiría como candidato –cuando quedan aún tres años para las elecciones–, ayer sorprendió de nuevo al poner fecha inminente a su renuncia. Aunque volvió a desvincular su “calendario” de la instrucción de los ERE, su anuncio se produjo un día antes de la declaración ante la jueza Mercedes Alaya del exinterventor general de la Junta Manuel Gómez quien, con toda probabilidad, disparará directamente contra Griñán. Entre las cuerdas por este caso, con 67 años y 40 de servicio público, Griñán se quiere marchar ya y recuperar su vida. “Cuando uno toma una decisión personal, lo más honesto es ejecutarla cuanto antes”, explican fuentes de su entorno. En este mes, sin embargo, él y sus allegados han repetido hasta la saciedad que iba a agotar la legislatura. Ahora la hoja de ruta es otra. Ni acabará el mandato ni esperará siquiera a la aprobación del Presupuesto de 2014, un trance político que el propio presidente ha admitido que podría tambalear el pacto de Gobierno con IU por la imposibilidad de cuadrar unas cuentas marcadas por la soga del déficit. Ayer Griñán y su futura sucesora descartaron un adelanto electoral, algo que sí pidió el PP. Díaz confirmó que ha atado con los socios en la Junta la continuidad del acuerdo para agotar la legislatura. IU ha bendecido la operación de recambio en San Telmo y apoyará la investidura de Susana Díaz, no en balde ella ha sido durante el primer año de coalición la interlocutora con la federación de izquierdas. “Susana Díaz y Mario Jiménez [vicesecretario del PSOE-A] han sido el alma del gran pacto de la izquierda”, aseguró Griñán por la tarde en el comité director que proclamó oficialmente candidata a la trianera y despidió al presidente. Por la mañana, en una breve declaración institucional con las preguntas de la prensa limitadas, el presidente se dirigió a la comunidad y trató de explicar las razones de su renuncia urgente. Volvió a situar en la esfera “personal y familiar” los principales motivos de su marcha y alegó además que el nuevo curso político, que arranca en septiembre, será “muy complicado” y necesitará el “empuje” de un nuevo proyecto. Justificó su decisión precipitada en el resultado de las primarias, a las que también intentaron concurrir el consejero de Agricultura, Luis Planas, y el alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez pero no reunieron los avales suficientes. Si no hubiese ganado Susana Díaz, que es diputada en el Parlamento, el presidente habría agotado la legislatura, explicó. El hecho de que Díaz se siente en la Cámara da estabilidad al Gobierno y vía libre para la salida de Griñán. La secretaria general del PSOE de Sevilla arrasó en las primeras primarias del partido (cosechó 21.179 avales, la mitad de la militancia), pero este proceso ha sido duramente criticado por las prisas (en pleno julio) y por las trabas a sus rivales. Griñán se afanó ayer en defender la “legitimidad” de la elección de Susana Díaz y dejó claro que el proceso ha sido “limpio y transparente” y ha logrado que el partido se una “como una piña”. También quiso romper una lanza por su sucesora, cuya preparación –lleva solo un año en la Junta y no ha trabajado nunca fuera de la política– ha sido muy cuestionada, y censuró las críticas que ha recibido estos últimos días por su juventud y condición de mujer. “Esas cosas no se hubieran dicho de Felipe González”, se quejó. Dijo que Susana Díaz lleva “el socialismo en el alma” y tiene “mucha experiencia”. En septiembre, por segunda vez, Andalucía tendrá un presidente que no ha sido elegido por los votantes. Ya ocurrió en 2009, cuando Manuel Chaves designó a Griñán a dedo.  En 2012 el presidente se sometió a las urnas y no ganó las elecciones (venció el PP), pero logró mantener contra todo pronóstico el Gobierno andaluz gracias al pacto con IU. Hay similitudes y diferencias en ambas sucesiones. Chaves se marchó a Madrid al Gobierno de Zapatero y Griñán podría abandonar el Parlamento para ser designado senador por la comunidad. El presidente andaluz aseguró ayer que no “dejará la política activa” y que seguirá siendo el líder del PSOE andaluz y presidente federal del partido. Meses después de que Chaves cediera la presidencia de la Junta, Griñán le exigió un congreso extraordinario para hacerse con las riendas de un partido que no controlaba lo más mínimo. Ahora esa opción queda, de momento, descartada. Susana Díaz presidirá el Gobierno andaluz pero no dirigirá el partido, aunque de facto ella es la que manda. Las primarias dejaron claro el apoyo de los ocho secretarios provinciales. Uno de los primeros gestos que se espera de la nueva presidenta es una crisis de Gobierno que sacará de San Telmo a los consejeros tocados por los ERE. Griñán reconoció ayer que su salida inmediata de la Junta liberará al futuro Ejecutivo de Susana Díaz de la sombra de este escándalo, aunque dejó claro que “no hay razones jurisdiccionales” para que la jueza lo impute. “El Partido Popular va a tener un Gobierno en el que confrontar desde las posiciones políticas respectivas sin hablar de los ERE, sino de qué quieren para Andalucía. Por lo tanto va a ser un Gobierno mucho más eficaz”, señaló. Admitió que en lo personal este asunto le ha pasado factura –por las “mentiras” sobre su persona, dijo– pero aseguró que no teme lo que pueda contar hoy el exinterventor a Alaya.

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