Griñán, que preside la Conferencia Política, quiso responder así a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que auguró que el 20-N será el primer día del fin de la crisis, vaticinando una victoria popular. Para augurar un triunfo del PSOE, el presidente andaluz recuperó el discurso socialista que tiende a vincular al PP actual con los herederos de la dictadura.
El líder del PSOE-A insistió en reprochar al PP que se avergüence de su ideología y la oculte. En España, pese a que una parte importante de la población se declara de derechas, "no hay un partido que tenga la gallardía y el orgullo de decir yo defiendo a esta población y ofrezco mi oferta electoral", dijo.
En sus declaraciones a los medios y a la televisión del PSOE, Griñán se afanó en contrarrestar la imagen de un PSOE haciendo públicas sus propuestas electorales frente a un PP que "dice lo que la gente quiere oír" pero cuando gobierna "hace lo que la gente quiere que haga". Así, ensalzó el anuncio del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba de subir los impuestos sobre el tabaco y el alcohol para financiar la sanidad. "El proyecto no es un bla, bla, bla, ni un depende, ni una ambigüedad, sino que se concreta con medidas", destacó Griñán, que presumió de que Andalucía cuenta con un servicio público de salud pionero en varios campos y "el mejor de España". De igual modo presumió de su apuesta por la educación y afirmó que el problema del PP no son los recortes sino que desvíe fondos de la enseñanza pública a la privada.
Mientras, desde Sevilla, el PP acusó a la Junta de haber recortado más de un 60% en servicios sociales básicos, especialmente en los programas para zonas con necesidad de transformación social. La Consejería de Igualdad admitió "bajadas" pero para "reorientar" y "priorizar" proyectos.