Puntos de encuentro con Pepe Griñán. Es el nuevo formato que ayer estrenó en Sevilla el PSOE andaluz y con el que el partido dice que quiere recuperar espacios para el diálogo y el debate de la izquierda. El protagonista indiscutible: el secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta. Durante casi tres horas habló y disertó a modo de conferencia desde un banco elevado y ante unos setenta profesionales, la mayoría profesores universitarios, del mundo de la cultura y la educación.
Griñán, que respondió unas 13 preguntas acompañado de un bolígrafo y un bloc de notas, repasó muchos asuntos, casi todos de índole económico y relacionados con la crisis, pero también de la actualidad política. "No me ha gustado el debate de las elecciones de Cataluña", admitió el líder del PSOE andaluz. Griñán explicó que sus críticas iban más allá de que la campaña de las catalanas le haya parecido "chabacana" y de "estupideces" como la de Puigcercós [el líder de ERC dijo que en Andalucía "no paga impuestos ni Dios"].
El presidente andaluz mostró su preocupación porque "el debate se haya vuelto a situar muchas veces en el terreno de la comodidad de Cataluña en España o de las balanzas fiscales" lo que avisó es "un análisis miope de la realidad". Griñán explicó que lo que de verdad le "molesta" es que en Cataluña "se interiorice" un debate en esos términos y que calen los argumentos -como así demuestran los sondeos- que se utilizan para reivindicar un concierto económico similar al del País Vasco. Los socialistas andaluces, que no han pisado Cataluña durante la campaña como sí ocurrió en citas anteriores, han seguido con atención el debate. Griñán volvió a defender el papel equilibrador de Andalucía y en defensa de "un Estado de las Autonomías que fortalezca al Estado" frente a dos fuerzas centrífugas que a su juicio están deteriorando el modelo. De un lado, las voces que advierten de la insostenibilidad económica de las comunidades y piden un rescate de competencias. De otro, los nacionalistas.
Al frente del foro estuvo Rosa Torres y a la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, que por segundo fin de semana copa la agenda junto a Griñán, dejando claro que está llamada a jugar un papel protagonista en esta precampaña. Aguilar defendió que "ahora más que nunca la izquierda necesita puntos de encuentro para poder reflexionar en voz alta" y advirtió de que éste es "un momento clave y determinante para el futuro de la izquierda". "No nos resignemos", reclamó. La intención del partido es que Griñán repita el formato en cada una de las provincias andaluzas y recopilar, dentro de un trimestre aproximadamente, las conclusiones de estos encuentros en un libro que orientará el programa electoral. Para muchos es un modelo parecido al de la Segunda Modernización.
Griñán fue preguntado por la reordenación del sector público y el conflicto de su Gobierno con los funcionarios. Fue un "error", admitió, no haber abierto el debate sobre esta reforma desde el primer momento pero justificó que cuando se aprobó el decreto-ley, el pasado verano, "era imposible el diálogo" porque había una huelga general y urgía presentar los recortes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). "Ahora tenemos oportunidad para el diálogo", defendió el presidente después de que su Gobierno haya rectificado y vaya a tramitar la reforma como proyecto de ley en el Parlamento.
