El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra habló alto y claro sobre la pelea abierta por la financiación. El socialista le leyó la cartilla a los nacionalistas y le recordó al presidente catalán, José Montilla, que él mismo se enfrentó al sector más catalanista del PSC. "La teoría de las balanzas fiscales es de antes de la revolución francesa", advirtió.
El presidente de la Fundación Pablo Iglesias y ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, aseguró ayer que el presidente de la Generalitat, José Montilla, debe de encontrarse "entre dos fuegos" en el debate sobre la financiación catalana y añadió que es ante las dificultades cuando tiene que demostrar si es un buen gobernante.
"Lo tiene complicado allí. Él procede de un grupo que llamaban de los capitanes, enfrentado a las posiciones de un sector del PSC que era más nacionalista y ahora debe de estar ahí entre dos fuegos. Pero los políticos tienen que demostrar que son buenos gobernantes y estadistas cuando tienen dificultades. Cuando las cosas van bien, todo el mundo lo hace con comodidad", afirmó en la sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Baeza (Jaén), antes de ofrecer una conferencia inaugural de los cursos de verano.
Preguntado por el debate entre comunidades sobre la reforma del sistema de financiación, el diputado socialista expresó su confianza en que el Gobierno encuentre una fórmula que satisfaga a todas las partes, aunque añadió que si las comunidades "van a llevarse lo más que puedan de la riqueza nacional, mal camino". Guerra criticó que "la gran operación que se ha hecho en España de la descentralización política, económica y administrativa a veces tenga como fruto" que cada comunidad "quiera tirar de la manta para llevarse más que otro". "Uno lo ve con cierta decepción", añadió.
Opinó que las "teorías de las balanzas fiscales" son algo "predemocrático" y "de antes de la revolución francesa". Del mismo modo arguyó que las defienden igualmente grupos que "tienen etiqueta conservadora" como grupos "que tienen etiqueta progresista", los cuales afirmó que "como sigan así se van a quedar sólo con la etiqueta", puesto que "no son posiciones progresistas".
En cuanto a la negociación y posterior aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2009, para lo que los socialistas -sin mayoría en el Congreso- necesitan el voto de los nacionalistas, el ex vicepresidente explicó que actualmente no se puede decir que haya una mayoría para aprobarlos, pero que "las negociaciones no han empezado todavía". No obstante, resaltó que si no son aprobados "tampoco se hunde nada" y que en otras ocasiones se han prorrogado.
