Miguel Guillén, en la llegada a Santa Justa.
El Betis lleva un punto de 30, tiene la zona de descenso a la vera y lo más penoso de todo es que todavía no se sabe si ha tocado fondo, pero el club verdiblanco está dispuesto a batir el récord mundial de paciencia y ayer reforzó la posición de su entrenador más que nunca. Lo hizo el presidente, Miguel Guillén, que a partir de ahora ejercerá de portavoz oficioso de la entidad. Después de lo ocurrido la semana antes con las declaraciones del consejero José Antonio Bosch, el Betis ha llegado a la conclusión de que la única voz autorizada para hablar de todo lo que atañe al primer equipo es la de su máximo dirigente. Y el caso es que nada más llegar a la estación de Santa Justa, tras bajar del AVE que había cogido en Zaragoza, el dirigente dejó muy claro que la confianza en Pepe Mel ni mucho menos ha disminuido. "La situación es complicada, pero no hay que darle vueltas. Lo tenemos muy claro: esto es un proyecto a largo plazo, Pepe Mel firmó tres años y tiene toda la confianza del consejo de administración, del club y de los jugadores. Va a seguir siendo nuestro entrenador", aseguró el presidente, muy alejado de la ambigüedad de los mensajes oficiales desde que Mel comenzó a ser cuestionado. De hecho, luego fue más contundente incluso, porque lógicamente hubo que preguntarle si esa confianza era independiente de lo que ocurra ante el Valencia: "Eso quiere decir que Pepe Mel acaba la temporada en el Betis", confirmó.
Guillén continuó entonces con sus argumentos. No muchos, la verdad, pero la idea básica ya estaba lanzada. "Ahora mismo está todo en contra del Betis, pero más pronto que tarde la situación cambiará y estoy seguro de que el Betis estará en junio en Primera y Pepe Mel será su entrenador. Estamos viviendo circunstancias difíciles, el fútbol está siendo muy injusto con nosotros, pero Pepe es el que mejor conoce al grupo y sabrá llevar al Betis hasta Primera. Nuestro proyecto es a largo plazo", reiteró. En opinión de Guillén, "están faltando muchísimas cosas, pero por parte de todo el mundo se está haciendo todo lo posible". Y por último repitió que "pase lo que pase, Pepe Mel es nuestro entrenador". "Es un proyecto a largo plazo y cuenta con nuestra más absoluta confianza", sentenció.
RAZONES Y NÚMEROS. A partir de ahora habrá que ver si esa "absoluta confianza" es tal, pero está claro que Mel poco puede reprochar a un consejo de administración que lo mantiene en el cargo a pesar de protagonizar una racha que siempre ha equivalido a descenso seguro. Así al menos les ocurrió a los 16 equipos que sufrieron antes esta serie tan horrenda de diez jornadas sin ganar en la historia de Primera. Las razones del consejo, el consejo las sabrá: el coste de la destitución, la falta de alternativas viables en el mercado, el temor a que la afición no entienda el cese de un técnico al que no ha silbado ni una sola vez...
Mel, a todo esto, no sólo continúa dentro del objetivo, sino que lo sigue haciendo mejor que algunos de sus predecesores. A estas alturas lleva más puntos que Héctor Cúper (11 en la 07-08), Lorenzo Serra Ferrer (11 en la 05-06) y Javier Irureta (10 en la 06-07). Y los tres, por cierto, estaban en descenso, aunque luego no bajó ninguno. -->-->-->
