A Ibán Herrería, estudiante de Ingeniería de 25 años de edad de origen vasco, le restan todavía una asignatura y el proyecto para terminar su carrera. Sin embargo, ya ha recibido ofertas de varias empresas alemanas que estarían encantadas de poder contar con él en su plantilla. Ayer se entrevistó con representantes de la Bundesagentur für arbeit (el Inem alemán), que acudieron a la Escuela de Ingenieros para realizar 23 entrevistas de trabajo. Todo con motivo del Encuentro sobre Ingeniería y Empleo celebrado ayer en la Escuela de la Cartuja. "Ha estado muy bien, son muy agradables y me han dicho que posiblemente contacten conmigo para darme una posibilidad", aseguró Iban, totalmente relajado tras encarar más de media hora de entrevista en alemán e inglés. Las empresas alemanas que han solicitado ingenieros españoles pertenecen a sectores tan diversos como el espacial, el mecánico o el electrotécnico. La mayoría tienen sede en Hamburgo, Bremen y la región sureña de Baden-Wurtemberg. Aunque Iban prefiere una gran ciudad, "estoy dispuesto a marcharme a Alemania siempre que pueda vivir en una zona muy poblada. Si me escogen para un pueblo pequeño me lo pensaré".
Pero, ¿cómo es posible que estén tan cotizados en Alemania? "Prefieren a los estudiantes españoles a los de otras nacionalidades, ya que han tenido buenas experiencias con ingenieros de la Universidad hispalense, principalmente por su capacidad de trabajo y su buena formación", responde Johan Wideberg, vicerrector de Relaciones Exteriores de la Escuela de Ingeniería. Para este sueco, el problema de España es que "produce demasiados licenciados, casi el doble que otros países de la UE". Además, alaba el modelo alemán, "que apuesta por la economía del conocimiento", es decir, la basada en el desarrollo y la innovación. "Una tarea pendiente de los políticos españoles, que necesitan llevar a cabo una reforma del sistema", apostilla Wideberg.
La buena reputación de los ingenieros sevillanos se une al déficit de 56.000 profesionales en el sector que precisan en el país teutón. Buscan sobre todo a jóvenes que tengan un alto nivel de inglés y una base de Alemán. "Si han participado de una beca Erasmus en Alemania o en Austria tienen muchas posibilidades de ser elegidos por las empresas", apuntó al respecto Wideberg.
Precisamente, uno de los encargados de escoger a los candidatos más adecuados es Ramiro Vera-Fluixa, un alemán de origen argentino que ejerce de jefe de equipo y consejero del programa europeo Eures. "Buscamos perfiles determinados, personas que respondan. Tengo que decir que, con las entrevistas que llevamos realizadas hasta ahora, hemos conocido a personas muy interesantes, gente muy preparada. Estamos satisfechos con el nivel".
Para Vera-Fluxia, el problema del desempleo no depende tanto de la situación española "sino más bien de circunstancias que tienen que ver con cuestiones internacionales". Recordó que su país atravesó por una situación similar en 2005. Quién sabe si algún día los ingenieros no tendrán que irse de España.
