El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que el Gobierno se reunirá con los interlocutores sociales en la primera quincena de septiembre para debatir el contenido de la ley de economía sostenible e impulsar así el diálogo social. Zapatero reiteró que es un "elemento fundamental y estratégico" de la política del Gobierno desde 2004 y "lo va a seguir siendo".
No obstante, el jefe del Ejecutivo apuntó que el objetivo de la reunión es debatir la ley de economía sostenible, y no las cuestiones por las que se rompió el diálogo social el pasado mes de julio. Una ruptura que, insistió Zapatero, estuvo motivada por las pretensiones de la CEOE de introducir una reforma laboral, lo que no aceptaron ni Gobierno ni sindicatos.
La reforma del mercado de trabajo que quiere la patronal, dijo, "quiere introducir" el abaratamiento de los costes del despido y la modificación de los procedimientos administrativos y judicialización. "No tiene visos de prosperar", concluyó.
Tampoco está en la agenda la reducción de cotizaciones para las empresas que proponía la CEOE, según Zapatero, quien reiteró que el Gobierno mantiene la política de "preservar" la sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social.
Además, el jefe del Ejecutivo apuntó que la temporalidad laboral es el "gran reto del mercado de trabajo", por lo que las medidas dirigidas a reducirla "siempre se podrán estudiar".
Anteriormente, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, replicó ayer al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que los empresarios "lejos de ser intransigentes, son tremendamente flexibles y lo seguirán siendo", aunque no manifestó visos de cambio en sus propuestas, por lo que se mostró a favor de que "expertos exteriores" medien en el diálogo social, si es que éste se reemprende.
El líder de la patronal hizo estas declaraciones al filo de septiembre, mes que propuso la CEOE para retomar las negociaciones, y un día después de que Corbacho se negara a reabrirlas si es sobre posturas "intransigentes".
