Isabel Ceballos, portavoz del consejo local de UPyD, admite que está en la política por vocación. Reconoce que no es fácil compatibilizarlo con su trabajo como abogada, pero añade que cree que hay que participar en lo público. «Al estilo griego». Para ella, ser indiferente ante la política es inadmisible. Igual que lo es que el ciudadano no cambie su voto si el partido al que votó no cumple. Por eso invita a romper el carácter «bipolar» de la ciudad. El reto no es pequeño: pasar de los 11.000 votantes de 2011 a 18.000. 
Isabel Ceballos. Foto: J.M. Paisano
¿Qué valoración hace de estos 1.000 días de gobierno de Juan Ignacio Zoido? Más que valorar habría que minusvalorar lo que no ha hecho, porque hizo cosas imperceptibles, irrelevantes en comparación con lo que prometió y queda por hacer. Supongo que en este año volverá a relanzar temas pendientes. Pero tengo mis dudas de si la gente le volverá a creer. Si vuelve a Los Pajaritos y dice que hará un barrio nuevo cuatro años después, digo yo que los vecinos dirán que ya no le pueden creer. Confío en la inteligencia del ciudadano, que tiene que valorar lo que el alcalde hizo por él. Los dos primeros años estuvo ausente en Sevilla, desempeñaba cargos que requerían gran dedicación: presidente de la FEMP, parlamentario andaluz, presidente del PP andaluz
Uno de los temas que ha estallado en los últimos días ha sido el de la Corrala Utopía. ¿Qué le pareció el desalojo y la pugna posterior? Me parece inadmisible que habiendo viviendas vacías del Ayuntamiento haya familias en la calle sin un sitio para pernoctar. Dicho esto, también creo que hay que analizar caso por caso. Ver las necesidades de cada uno, si hay mayores, menores, dependientes, etcétera. Hay que dar alternativas que pasen por el alquiler social. No se trata de regalar nada, tiene que haber contraprestación. Pero la solución no es dejar a la gente en la calle.
¿Cree que se están atendiendo las necesidades sociales en la ciudad? Las políticas sociales deben ser prioritarias. Hay que hacer lo posible para evitar las desigualdades. A la larga evitaremos conflictos, porque si la gente está integrada, la gente no delinque, lo dice cualquier sociólogo. Queremos una racionalización del gasto. Podríamos dedicar más a las políticas sociales si se lo quitamos a otras cosas.
¿Cree que Zoido ha priorizado bien? No ha priorizado nada y falta a la verdad. Aumentó el número de asesores y de cargos designados a dedo. Lo que supone muchos millones. Tampoco sabemos cuántos coches oficiales tiene el Ayuntamiento, cuántas tarjetas de crédito tienen los concejales, ni cuántos móviles
Hay muchos gastos a reducir. ¿Y qué pasa con las empresas públicas? La política de Zoido no es austera, aunque se le llena la boca hablando de austeridad. Solo lo es en algunas cosas para llevarse el titular de la prensa.
¿Y qué pasó con el alcalde del empleo? Fue su eslogan, su punto fuerte en la campaña. Los ciudadanos deben saber que los programas electorales son contratos que firman los candidatos con ellos y que si no se cumple, este contrato se rompe y yo a usted no lo voto. Y el alcalde, con una magnífica formación jurídica, sabía que el Ayuntamiento no tiene competencias en empleo y sabiendo que una gran parte de la ciudadanía no sabía eso, le mintió. Hay ocasiones en las que se demuestra que falta a la verdad descaradamente.
¿Se puede hacer algo contra la disputa entre Ayuntamiento y Junta en temas como las políticas activas de empleo? Es lógico que no se entienda. La prioridad es resolver problemas del ciudadano y no tirarse los trastos a la cabeza. El ciudadano tiene que reaccionar y su forma de reaccionar tiene que ser cambiando su voto.
Zoido ha puesto entre sus prioridades algunos proyectos urbanísticos, de ahí la recalificación planteada de Altadis o los cambios en el PGOUpara la Gavidia, ¿qué opina de estos proyectos? En cuanto a la política urbanística me consta que tiene un serio problema porque asociaciones civiles en defensa del patrimonio ya le han advertido de que están dispuestos a llevarle a los tribunales si no respeta las modificaciones del PGOUque ha validado el Tribunal Superior de Justicia. Esa advertencia lleva incluso a solicitar el derribo de la torre Pelli, torre que recuerdo cómo Zoido prometió que iba a paralizar las obras. Otra promesa incumplida. En este ámbito también hay dos administraciones enfrentadas, autonómica y local, y eso impide que muchos cambios lógicos que vendrían bien a Sevilla no se puedan hacer, como la modificación de la Gavidia.
¿Está de acuerdo con la recalificación de la Gavidia para centro comercial? Con que se cambie el uso sí, lo que no estoy de acuerdo es con que sea un centro comercial entero, como dice el PP. La propuesta de IU me parece bien, que se use para centro social, pero tampoco para la totalidad del edificio. Yo planteo un edificio multiusos, con centro cívico, artesanía, galería comercial...
Y el proyecto para Altadis, ¿cómo lo ve? El PSOE denunció que se incluyó en el reparto del suelo una zona verde. Si no es de Altadis no se puede incluir. Eso se impugna y no va a ningún sitio. Pero tal y como funcionamos, Altadis hará allí el edificio con el permiso del Ayuntamiento y no pasará nada. Lo que pasa es que habría que pedir más responsabilidades personales a los políticos. Que respondan más con su persona y su patrimonio, entonces muchos de ellos no tomarían esas decisiones arbitrarias que toman en muchas ocasiones.
La comisión europea estudia la afección de la SE-35 sobre el parque del Tamarguillo, ¿cree que debería cambiarse el trazado? Yo vi los planos y lo toca tangencialmente. Si la SE-35 y el Ikea va a proporcionar un número tan importante de empleos en un momento en el que el trabajo es lo que más necesita la ciudad, oponerse es absurdo en mi opinión. Todo lo que sea atraer inversiones, infraestructuras, lo tenemos que favorecer. El Ayuntamiento no tiene competencias en el empleo, pero sí puede mimar a los empresarios para que vengan aquí.
¿Permitiría usted aparcamientos en el centro, en la Alameda? Lo único que cumplió fue la retirada del Plan Centro. Está bien que evitemos el acceso con vehículo privado al centro, pero entonces hay que dar alternativas. Me parece bien que tengamos una ciudad cada vez más sostenible y ecológica, pero tiene que ir parejo con la oferta de transporte público. Algo que anime a la gente a dejar el coche.
¿Estaría dispuesta a empezar la red del Metro? Por supuesto. Es una inversión de futuro que crearía muchos empleos y lógicamente ayudaría.
Los proyectos de las líneas 2, 3 y 4 costaron 17 millones de euros y siguen en un cajón. Este debate parece eterno, ¿no cree? A la vista de estos proyectos, hay que ver cuál es la mejor línea, la más rentable social y económicamente y empezar por ahí. Muchas veces la derecha y la izquierda se pelean por cosas que no son de ideología. Si la mejor línea es la 3, pues por ahí hay que empezar. Las promesas electorales de las pasadas elecciones se repetirán las próximas elecciones: las Atarazanas, la Gavidia, la Ciudad de la Justicia, el Metro... hay una serie de temas. Lo dije hace cuatro años, que no se iba a hacer nada y que volveremos a hablar de lo mismo. ¿Cómo le va a creer nadie? ¿Quién le va a votar?
¿Apoya el dragado del río? Sí, la inversión que se ha hecho es muy importante, así que creo que hay que aprovecharla. Y los estudios de impacto medioambiental de la Junta no exageran ese impacto. Haría que conjugar esos intereses y sería muy importante que hubiese una línea ferroviaria hasta el Puerto de Sevilla para la esclusa nueva.
El gobierno de Zoido afirma que ahora hay más transparencia en el Ayuntamiento, ¿está de acuerdo? No es real. No hay más transparencia ni participación de los ciudadanos. No hay voluntad real. Yo propondría que hubiera un día en el que los ciudadanos pudieran ir allí, al Pleno, para que representantes vecinales, asociativos, tengan voz. Hacerlo más humano. No hay transparencia ni en los contratos.
Terminó la recogida de firmas para la reforma de la Ley Electoral andaluza, ¿cree que será escuchada en el Parlamento? Hemos superado con creces las 40.000 y ya se han presentado en el Parlamento. Solo falta que se comprueben y las den por válidas. Son las que hacen falta para presentar esa Iniciativa Legislativa Popular. Queremos que se debata antes del verano, pero depende de los trámites del Parlamento. Nunca se ha hecho nada, pero IU siempre lo lleva en su programa electoral y ahora que está en el gobierno autonómico tampoco hace nada. Hay mucha receptividad en la calle. Si le preguntas a cualquier ciudadano qué le parece que su alcalde sea parlamentario y presidente de la FAMP y que su concejal sea senador, pues no está de acuerdo. Planteamos reducir los gastos electorales, por ejemplo, el buzoneo, que cada partido se pague su campaña, que ningún imputado vaya en las listas y que éstas sean abiertas, son cosas tan lógicas que nadie puede decir que no, solo los que están muy cómodos con el sistema que hay, los beneficiados, claro. Tal y como está ahora el sistema, el corrupto sale beneficiado porque su partido lo protege.
¿Qué hacemos con la ley DHondt? Tuvo lógica en su momento, pero derivó en la superioridad de los partidos nacionalistas y nos encontramos con que el PP y el PSOE han pactado con partidos nacionalistas , con CIU y PNV porque se premia a los territorios pequeños con gran densidad de población, por lo que Andalucía sale perjudicada. Genera desigualdad. El voto de un vasco computa como seis veces más que el de un andaluz. Hay que convencer a los viejos partidos de que tiene más lógica pactar con un partido nacional que con los nacionalistas porque barren para su casa.
¿Se presentará a las primarias de su partido para volver a ser candidata a la Alcaldía? Sí lo tengo pensado, pero requiere el apoyo de los compañeros, hoy lo tengo, pero falta aún más de un año. Si me dedicara a la política diría ya que sí, pero tengo mi trabajo y no sé si pasará algo en ese tiempo.
Usted no vive de la política, es abogada. ¿Se marca un límite temporal en este mundo? No, me gusta mucho la política. Acabo de recoger el título de licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y para mí es una vocación. Creo que hay que participar en lo público, al estilo griego. Cuando me dice algún ciudadano que no entiende de política, me parece inadmisible porque la política nos afecta a todos. El que es indiferente, va en su perjuicio. A mí me gusta dedicar mi tiempo a plantear propuestas al Ayuntamiento, aunque nunca nos conteste.
Pese a que el político esté denostado. Sí, y con razón. Los ciudadanos no paran de ver cómo la Guardia Civil está entrando en ayuntamientos para llevarse ordenadores o como hay más y más imputados que los partidos los protegen. Es normal que la gente esté enfadada y yo me solidarizo con ellos.
¿Cuál es la solución? Que no voten lo mismo, que no premien al que hace su vida más difícil. Y el castigar no es no ir a votar.
¿La veremos en el Consistorio en 2015? Sí, tendremos entre tres y cinco concejales (entre risas). Cuesta llegar a ese 5 por ciento porque Sevilla es muy bipolar en todo. O eres del Betis o del Sevilla, de la Esperanza Macarena o del Gran Poder, del PP o del PSOE. La gente tiene que saber que hay una gama de colores. Que prueben otras cosas. Con lo que hay ya saben cómo les va.
Viaja mucho por su trabajo, pero sigue viviendo en Sevilla. Sí, soy del Puesto de los Monos, pero mi madre es de Ávila. Hay que decirle al alcalde que este año se celebra el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús y ella estuvo viviendo en Sevilla. Habría que aprovechar la ocasión para hacer actos conmemorativos y, aunque Ávila lo lidere, Sevilla tiene que estar ahí.
