Naím Thomas, el cantante que muchos descubrieron en el concurso Operación Triunfo, será el protagonista del musical Aladdin, que ya tiene fecha de estreno el 4 de octubre y que llegará a Sevilla el 19 de ese mes, en el Teatro Riberas del Guadaíra. Las entradas ya están a la venta a un precio de entre 15 y 18 euros. Dirigido por Jose Tomàs Chàfer, con música original de Jose Doménech y coreografías de Pachi G. Fenollar, Aladdin es en palabras del protagonista lo más difícil que he hecho hasta ahora, y ya sabéis que me muevo por desafíos, dice el artista. En este espectáculo hacemos magia, he tenido que ponerme en forma para hacer acrobacias y practicar mucho para una pelea con sables en la escena de la persecución de los guardias..., explica Thomas. Creo que hacer musicales debería estar mejor pagado que ser sólo cantante. Tal vez no seas experto en ninguna disciplina, pero no es lo mismo hacer malabares con una bola que con ocho, subido en un triciclo y a quince metros de altura, ¿no?, agrega.
Con diez años de experiencia en este género, Thomas, que estará acompañado en el reparto por Erika Bleda y Carles Montoliú, recuerda que cuando salió la versión Disney de Aladdin en 1995 yo tenía 14 años y la recuerdo perfectamente. Pero es una historia que siempre funciona bien, por ser archiconocida está incluida en Las mil y una noches y que forma parte de la memoria de todos.
La demanda que está teniendo hasta la fecha el montaje se debe, según Thomas, a que el ser humano necesita creer en la magia, que es ese quedarse atontados cuando miramos al fuego, explica. Al final, de lo que se trata en los musicales es de transmitir una historia, y que la gente deje de verte a ti para reconocerte como el personaje, en este caso un chico, un ladronzuelo, que encuentra una lámpara maravillosa y le pide deseos.
El mensaje final, según el artista, es que no hay nada imposible. Por más difíciles que estén las cosas, siempre puedes hacer grandes cosas. Como en Tartarín de Tarascón, tal vez no llegues a ser el mejor cazador de leones, pero sí el mejor cazador de moscas.
Desde luego, el motor de la carrera de Naím Thomas (Premiá de Mar, Barcelona, 1980) ha sido siempre ese empuje y esa fe en las propias posibilidades, que le ha llevado a hacer diecisiete películas y a grabar tres discos, entre otros muchos empeños.
Sobre el cine hay un par de cosas muy grandes a la vista que no puedo contar, pero sí te digo que, como culo inquieto que soy, he escrito un guión de largometraje, y que me encantaría grabarlo. Y en septiembre del año próximo me marcharé a Nueva York a estudiar dirección. Cuando ya no me respondan las rodillas, creo que me pasaré al otro lado, al de la dirección.
¿Son compatibles la música y el cine? Para el barcelonés, más que compatibles, son complementarias. La música viene de familia y herencia, el cine es de donde vengo en realidad... Pero no son cosas lejanas, concluye.
