El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ayer en el Congreso. / Reuters
El Ministerio de Hacienda anunció ayer, un día antes del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que aplicará la máxima del café para todos para resolver el complejo sudoku del reparto del déficit entre las comunidades autónomas. Las regiones deberán cumplir con un objetivo global de déficit del 1,3% en 2013, anunció ayer el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, el mismo techo de gasto público para todas. Esta cifra queda muy por debajo de la que hace sólo una semana reclamó el presidente andaluz, José Antonio Griñán, que aseguró que lo lógico era que el nuevo techo de gasto para las regiones se fijase en el 2,2% del PIB. Por debajo de ese límite, Andalucía tendría que asumir una nueva oleada de recortes en el gasto público, que sacudiría de lleno el empleo en la administración, la educación, la sanidad y los servicios sociales, que copan la mayor parte del presupuesto regional.
El déficit para el presente ejercicio se aprobará previsiblemente hoy en la reunión del Consejo de Política Fiscal en la que el Gobierno debatirá con las comunidades la senda de estabilidad presupuestaria para los próximos ejercicios. Las comunidades autónomas deberán cumplir con un 1,3% para este año y el resto el que se recoge en el programa estabilidad presupuestaria, anunció Beteta a Europa Press.
De momento tampoco habrá objetivos individualizados, no habrá déficit a la carta, no se tendrán en cuenta las peculiaridades de cada comunidad, como la población, el nivel de endeudamiento o la aportación que cada región hace al PIB. Esta fórmula que defendían Andalucía y Cataluña cada una con criterios distintos y que parecía contar con el aval del ministro Cristóbal Montoro e incluso del presidente Mariano Rajoy se ha esfumado. Griñán abogaba por habilitar una fórmula objetiva para que a cada comunidad se le atribuyera el nivel de déficit que le corresponda de acuerdo a lo que recibe de financiación y a su nivel de endeudamiento. Rajoy lo plantea así, y yo estoy de acuerdo, dijo.
El Gobierno explicó que esta posibilidad se aplaza a otro encuentro que prevén celebrar en julio. Montoro vinculará el debate del déficit al de la reforma de la Administración, cuyo proyecto fue presentado recientemente y prevé un ahorro abultado compartido con las comunidades. La disponibilidad de éstas a aceptar las propuestas del Gobierno (eliminación y fusión de organismos, entre otras medidas) podría amortiguar el impacto de un techo de gasto tan bajo.
El déficit es la diferencia entre lo que Andalucía gasta y lo que ingresa. Tener un mayor o menor margen es importante porque de ello depende cómo se financiarán los servicios públicos. El déficit andaluz en 2012 fue del 2,02% del PIB, frente al 1,5% que fijó el Gobierno para todas las autonomías. Montoro ya había descartado de plano la cifra que pedía Cataluña (2,1%), pero aseguró que el tope máximo sería el 1,8% del PIB en esta región, y al final ni habrá topes individualizados ni se permitirá un margen mayor que el que se permitió el año pasado (1,5%). Andalucía rebasó ese margen hasta el 2,02%, igual que Cataluña y Comunidad Valenciana. Madrid y Extremadura fueron las más cumplidoras, se quedaron por debajo, y ellas fueron las principales valedoras de imponer el mismo techo de gasto para todos.
La Junta esperaba que el Gobierno aligerara la carga a las comunidades, después de que Bruselas hiciera lo propio con España, al darle dos años adicionales para cumplir con el déficit. El equilibrio entre ingresos y gastos para 2013 se amplió del 4,5% inicialmente previsto al 6,5%. Esos dos puntos de margen, equivalentes a 20.000 millones de euros, iban a repartirse más equitativamente entre Estado y comunidades. La cifra anunciada ayer es mucho más baja de lo esperada, con lo cual se prevé que la reunión de hoy sea tensa entre las comunidades. El próximo presupuesto autonómico está condicionado por el resultado de este debate.
