La redada antidroga en la que la Udyco de la Policía Nacional detuvo el miércoles a 11 personas, incluido un policía local de Sevilla, concluyó con la incautación de anabolizantes y 1.500 kilos de hachís. Los arrestados fueron puestos ayer a disposición del juzgado de Instrucción 8, que al cierre de esta edición seguía tomándoles declaración.
La operación antidroga, que tuvo lugar en la urbanización El Santísimo de La Rinconada, una barriada de nueva construcción compuesta por viviendas de lujo, se produjo tras una investigación de varias semanas a cargo de las Unidades contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) de Madrid y otra provincia andaluza.
El resultado, además de los arrestos, ha sido la aprehensión de las sustancias supuestamente puestas en circulación, entre ellas hachís y anabolizantes; la incautación de seis vehículos, el registro de al menos tres domicilios -uno de ellos, el del policía local de Sevilla- y también el de la taquilla personal del agente en la Jefatura de la Policía Local de Sevilla, ubicada en la Cartuja, de la que los investigadores se llevaron algunas pertenencias.
Los implicados permanecieron incomunicados en dependencias policiales hasta ser puestos a disposición del juzgado de Instrucción 8, que lleva el caso, a las cinco de la tarde de ayer. Al cierre de esta edición habían declarado al menos cuatro implicados, y la juez continuaba con los interrogatorios.
El caso está bajo secreto de sumario y se está llevando con tal hermetismo, que el juzgado se negó a facilitar ningún dato sobre la situación en la que quedaron los detenidos tras declarar, ni siquiera al gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que está al servicio de los órganos judiciales para comunicar información tan básica como la de si los detenidos son enviados a prisión o quedan en libertad.
Entre los arrestados está el supuesto cabecilla de la red, propietario de un negocio en La Rinconada, y un policía local de Sevilla muy conocido en el cuerpo, ya que otros tres miembros de su familia son también agentes de la autoridad en la capital desde hace años. Al parecer, el policía y el cabecilla se conocían hacía tiempo y mantenían cierta relación.
Aunque al ser secretas las diligencias las partes desconocen los delitos imputados a cada detenido, fuentes judiciales apuntaron a Efe la posibilidad de que la participación del policía local se refiera a la presunta revelación de secretos conocidos en el ejercicio de su cargo o a la no persecución de delitos de los que hubiera tenido conocimiento.
En todo caso, la Udyco lleva bastante tiempo trabajando para desmantelar esta trama de narcotráfico, en una investigación que según fuentes del caso "aún no ha hecho más que empezar", por lo que no se descartan nuevas detenciones.
