El cuerpo sin vida de una mujer, identificada con las iniciales M.D.L., apareció ayer por la mañana en unos terrenos junto al Picadero Genil, al otro lado de la Autovía del Sur (A-4). Se trata, según han confirmado distintas fuentes, de una residente del geriátrico de Vitalia Écija, en la cercana barriada de La Alcarrachela y que había desaparecido sin dejar rastro el pasado jueves.
El macabro hallazgo fue comunicado a la Policía pasadas las 11.00 horas de ayer. Según testigos presenciales, la mujer -cuya edad no ha trascendido- apareció en una poza de unos 1,5 metros en la finca Huerta de Sesti, excavada por sus dueños para desaguar el agua de los terrenos ante las lluvias que han caído en las últimas dos semanas.
Fuentes policiales especulan con el hecho de que la anciana se desorientó y cayó en la fosa, aunque por el momento se desconocen las causas de su fallecimiento, que pudo deberse a una hipotermia al no poder salir de este hoyo.
Según las primeras impresiones, la anciana pudo morir de frío antes que por un ahogamiento. La autopsia, que se le practicará hoy en el Instituto de Medicina Legal de Sevilla, desvelará este extremo, según fuentes de la residencia de Vitalia, que confirmaron que la mujer fallecida es la misma residente que desapareció del centro un días antes.
Las mismas fuentes apuntan a que buscaban a M.D.L. desde las 14.30 horas del jueves, cuando la echaron en falta en la residencia de La Alcarrachela. "La hemos estado buscando toda la tarde y la noche", confirmaban ayer responsables de la residencia, que habían reanudado la búsqueda a primera hora de la mañana.
Asimismo, confirmaron que la fallecida padecía demencia senil, lo que podría explicar lo sucedido.
Éste es el segundo caso que se da en Écija de alguien que fallece tras perderse al no saber volver a su asilo. El primero fue en julio, cuando hallaron el cuerpo sin vida de un hombre de 82 años en el río Genil y que vivía en la Fundación ecijana La Madre.
