-San José Obrero ya es hermandad de penitencia, ¿cuál es el siguiente paso?
-Hacer estación de penitencia en 2013, y para ello hay que preparar muy bien a los hermanos, formarlos para el Sábado de Pasión del año que viene.
-¿En qué cambia la vida interna de la corporación con este nuevo título?
-Cambiar cambia poco, prácticamente en los cultos. Al agregar al Cristo de la Caridad como titular celebraremos un triduo en Cuaresma, con una función principal al Señor (este año será del 15 al 17 de marzo y la función, el 18). Además en septiembre, en la víspera de la festividad de la Virgen de los Dolores, organizaremos también triduo y función a la Virgen, que pese a ser titular antes no tenía este culto. Eso sí, nuestra función de regla seguirá siendo el 1 de mayo, festividad de San José Obrero. Sabemos quienes somos y de dónde venimos.
-Otras hermandades han corrido mucho para estrenar nazarenos en cuanto han recibido el nombramiento, ¿por qué ustedes han dejado las túnicas para el año que viene?
-Bueno, más que correr yo diría que estaban acostumbradas a hacer su procesión en Cuaresma y vísperas. En nuestro caso no había ningún precedente. Organizamos las procesiones de San José Obrero en mayo, la Virgen de los Dolores en septiembre y el Corpus en junio, pero no son de esta envergadura. Creemos que primero hay que prepararnos.
-Descartan ir a la Catedral, ¿La decisión obedece a un acuerdo tácito con el Consejo?
-Nunca nos lo hemos planteado. No somos oportunistas, diciendo primero que no iríamos a la Catedral para dos o tres años después hacer justo lo contrario. No es decisión de esta junta de gobierno, sino de la hermandad entera hace unos años, cuando en cabildo extraordinario los hermanos aprobaron estas reglas que contemplaban hacer estación penitencial por el barrio. Lo tenían muy claro antes y ahora.
-Pero entenderá que choque que una hermandad de penitencia no aspire a pisar el primer templo de Sevilla...
-Además de ir a la Catedral, una hermandad debe tener otras aspiraciones, que pasan por otras cosas, como estar dentro de la pastoral parroquial, evangelizar, atender a nuestra acción social en el barrio y formar a los hermanos convenientemente. Estas aspiraciones son mucho más importantes que ponerse en el escaparate de la Catedral, aunque respeto a quien priorice esto último.
-Pero ha de entender que un ‘no' tan tajante hipoteca el futuro de la cofradía...
-Creo que no. Los hermanos de San José Obrero deben de darse cuenta de que nuestro verdadero sentido está en el barrio. Es un espíritu que nació hace ocho años, que siempre se ha tenido muy claro y que debemos ir manteniendo generaciones futuras.
-Un cirineo que hará Fernando Aguado acompañará al Nazareno, ¿sobre qué paso?
-Estamos abiertos a todo: tenemos el paso de San José Obrero, una obra de alto nivel; la opción de hacer uno nuevo, o bien adquirir uno de segunda mano. Trabajamos en las tres líneas, aunque no hay nada decidido.
-En su estación, ¿visitará algún templo de la feligresía?
-No queremos. Nuestra intención es acercar las imágenes a los templos vivos del barrio, que son los ancianos, los enfermos...
