Economía

«Hay que ser un ciempiés. Si falla una línea de negocio, quedan 99»

El gerente de la firma de distribución de productos de pastelería, heladería y hostelería Payco asegura que el remedio contra los malos momentos es la apertura de líneas de negocio, algo a lo que también ha ayudado su traslado a unas instalaciones más grandes. Foto: Javier Cuesta.

el 15 sep 2009 / 15:51 h.

-¿Cuándo arranca Payco?

-La empresa comienza a funcionar en 1976, cuando cuatro socios la pusieron en marcha. En principio, se dedicaba a llevar representaciones de marcas del sector de la pastelería, iniciativa que llevaron a cabo cuando se dieron cuenta de que había pocos establecimientos de este tipo de Sevilla. Después, falleció uno de ellos, los otros dos se desvincularon por distintas razones y se lo quedó mi padre, uno de los fundadores. Ahora es una empresa familiar.

-¿Cómo ha evolucionado en estos más de 30 años?

-Al principio sólo vendíamos materias primas y hemos evolucionado hasta los productos terminados de bollería, panadería, o pastelería, entre otros. Tenemos una gran capacidad de frío, de 3.000 metros cúbicos de cámaras frigoríficas, y está funcionando muy bien. Algunos de nuestros productos se venden directamente congelados a los supermercados.

-¿Cuáles son sus principales clientes?

-Tenemos la suerte de no tener grandes clientes, así no dependemos de nadie. Una de las cosas que más vendemos es chocolate de alta gama. Nos dirigimos al mediano y pequeño comercio, porque el 90% son clientes artesanos.

-¿Dónde distribuyen sus productos?

-En Sevilla, Huelva y Cádiz y por ahora nos vamos a quedar ahí. No tenemos previsto ampliar el mercado. Nos encontramos con el problema del desplazamiento, debido al alto coste laboral que supone y al encarecimiento del gasóil. La máxima de la empresa es que el transporte y la entrega son cosa nuestra, por eso es difícil ampliar el ámbito de actuación.

- ¿Cuáles han sido sus últimas inversiones?

-En 2006 nos cambiamos a unas nuevas instalaciones, en La Negrilla, porque antes estábamos en Su Eminencia. Hemos ganado en espacio, lo que nos permite ampliar el negocio. De hecho, hemos abierto nuevas líneas, como por ejemplo los vinos y cavas. Una de nuestras normas es que hay que ser un ciempiés, si falla una pata, hay otras 99 para sujetarte. Hay que buscar el equilibrio, porque la pastelería, por ejemplo, cae mucho en verano. Como distribuidores, buscamos mantener ventas sostenidas durante todo el año, que no se estacionalicen.

-¿De dónde se surte su negocio?

-El chocolate lo traemos de Francia y muchos productos de heladería de Italia, que es el país líder en este apartado. En cualquier caso, tenemos muchas marcas distintas. Somos socios del grupo de compras Back Europe, uno de los más grandes del mundo.

-¿Y la competencia?

-Es un sector muy dejado por las autoridades. No se pide lo mismo a todo el mundo. Tenemos unas instalaciones muy cuidadas, soy más alemán que un alemán, mientras que hay otros en la competencia a los que no se les exige. Cualquiera que tenga una furgoneta es un distribuidor. Parte de la culpa la tiene el comprador, que no valora la conservación y el transporte del producto, cuando es fundamental para su calidad.

-Tratándose del sector de la distribución, ¿cómo le afectó la huelga de transportes de junio?

-Nos fastidió un poco, sobre todo por miedo, ya que los vehículos con los que trabajamos son nuestros. Tuvimos que aumentar las provisiones los días antes.

-¿Cómo está influyendo el alza del gasóil en su cuenta de resultados?

-De forma muy negativa. Ahora cuesta un 30% más que hace un año y ha habido meses en los que la subida era del 40%. Para nosotros, normalmente supone el 10% del gasto total, pero este año ha crecido mucho el porcentaje.

-¿Cómo afectará todo esto a la facturación de este año?

-No tenemos previsión de crecimiento para 2008. Barajamos entre un 0,5% y un 1%, por el tema del gasóil y la inquietud que existe en el mercado, porque al final, de tanto hablar de crisis, nos la creemos y cae el consumo. Este año nos ha ayudado mucho incluir la división de cavas y vinos para cerrar bien el año.

- ¿En qué productos notan más la caída de las ventas?

-Ha sido generalizada, pero los lácteos son los que se han visto más afectados porque la harina, aunque suba, es mínimo su precio en comparación con la leche o la nata. Tenemos 3.500 referencias, y la base de nuestras ventas son los productos congelados y el chocolate.

-¿Han notado la subida de las materias primas?

-Sí, bastante. En cualquier caso, su precio se ha mantenido más estabilizado este año que el pasado, cuando hubo grandes subidas en febrero, mayo y octubre.

-¿Cómo prevé el futuro de la empresa?

-Espero una recuperación. Estamos preparados para soportar estos momentos de incertidumbre. Aunque hemos notado la caída de las ventas, luchamos todos los días por incluir productos nuevos, diferenciarnos. Al final, cerrar el año en crecimiento cero no está mal tal y como está el mercado. Tampoco era normal el ritmo de vida que llevaba la sociedad hace unos años, esto tenía que llegar, la gente no le daba suficiente valor a las cosas.

-¿Tiene prevista nuevas inversiones?

-No creemos que sea el momento, aunque hemos renovado la flota de vehículos, como cada cuatro años. Eso sí, la crisis ha permitido un ligero abaratamiento de los precios de las furgonetas.

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