Jorge Molina celebra un gol en el último Betis-Celta / Marcamedia
El Betis empieza hoy a vender las entradas para el importantísimo partido del domingo frente al Celta. Importantísimo para el equipo anfitrión por su pretensión de retornar a Europa e importantísimo igualmente para el conjunto visitante por su lógica intención de no bajar a Segunda. Hay todo tipo de ofertas para los aficionados porque el objetivo de la entidad de Heliópolis es llenar el estadio Benito Villamarín o acercarse lo máximo posible al clásico no hay billetes, pero nada de eso servirá si los protagonistas de verdad, el entrenador y los futbolistas, se empeñan en perpetuar su mala racha, la general y también la particular en casa. Es verdad que el Betis no ha perdido en el estadio Benito Villamarín desde que empezó 2013, pero también es innegable que en los últimos partidos se ha atascado y que ha cedido tres empates en sus tres últimas comparecencias. Por suerte para sus intereses, o quién sabe si al revés, ahora se enfrenta al rival al que peor se le da jugar fuera de su campo.
El Betis, que ocupa una discreta décima posición en el ranking de la Liga como local, recibe al Celta, que es vigésimo y último en la clasificación del campeonato como visitante. La escuadra viguesa, que sobre todo es penúltima en el balance global y por tanto está en la zona de descenso, sólo ha sido capaz de reunir siete puntos en todos los viajes, diecisiete, que ha hecho lejos de Balaídos. A saber: ganó al Zaragoza en la 13ª jornada (0-1) y al Levante en la 33ª (0-1), empató en Málaga en la 20ª (1-1) y al margen de esos resultados ha coleccionado catorce derrotas.
Al menos a priori, el adversario parece ideal para que el Betis ponga fin a esos tres encuentros consecutivos sin ofrecer una victoria a sus parroquianos, todos saldados con empate:0-0 ante el Getafe, 3-3 en el derbi y 1-1 contra el Deportivo. No gana el conjunto verdiblanco en su feudo desde hace dos meses, el 8 de marzo, día en el que venció a Osasuna (2-1).
Aunque parezca mentira, un tropiezo más y Mel empatará su peor racha casera como entrenador del Betis. Sólo en dos ocasiones estuvo cuatro partidos sin ganar en el Villamarín, ambas en la pasada campaña: primero entre las jornadas 6ª y 13ª, en aquella horrenda serie de diez jornadas sin un solo triunfo, cuando perdió contra el Levante (0-1) y el Rayo Vallecano (0-2), empató con el Málaga (0-0) y volvió a ser derrotado por la Real Sociedad (2-3); y más tarde entre la 24ª y la 29ª, cuando empató con el Getafe (1-1), cayó frente al Real Madrid (2-3) y luego volvió a hacer tablas ante el Espanyol (1-1) y el Racing (1-1).
Una vez vistos estos datos, la verdad es que el domingo van a colisionar dos conjuntos con aparente alergia a ganar, el uno como local y el otro como forastero, pero si se amplía la perspectiva a la trayectoria reciente, da la impresión de que el Betis tiene más motivos que el Celta para estar inquieto. Los verdiblancos han ganado uno solo de sus siete últimos choques, mientras que los celestes llevan tres jornadas sin perder con dos victorias incluidas.
