-Con 14 años comienza su carrera. Cuanto menos precoz. ¿Por qué decide dedicarse al sector de la moda?
-Empecé hace 15 años en Islantilla, y ahora tengo 29. Aunque arrancamos allí, mi socia, Esther Molina, y yo decidimos traer las tiendas a Sevilla, y ya hemos abierto en las zonas comerciales con más solera de la ciudad, como Luis Montoto, la calle Asunción y Sierpes. Eso sí, tenía claro desde el principio el tipo de negocio que quería abrir y todavía hay que llegar más lejos.
-Quince años dan tiempo para mucho, ¿no?
-Las tiendas han ido bien, el secreto está en echarle muchas horas. Podría decir que ésa es una de nuestra señas de identidad. Todos los días salgo a las seis de la mañana y no vuelvo a casa hasta las once de la noche.
-Por su despliegue en los últimos años, el esfuerzo ha dado resultados.
-Las marcas que vendemos son muy punteras y competitivas porque están muy bien de precio en comparación con las marcas fuertes que utilizan un diseño similar. Esperamos que Sevilla se deje vestir con nuestra ropa.
-Su símbolo es la bandera de España. ¿Ha cambiado la actitud de la gente a la hora de utilizarla en la ropa?
-Hemos trabajado la bandera de España desde siempre. Desde hace año o año y medio la gente se siente más española. La usamos como concepto de moda, no tiene nada que ver con ideologías políticas. Muchas personas llegan diciéndote cosas en este sentido, y no tiene nada que ver. La bandera de España está de moda.
-¿La victoria en el Mundial de fútbol ha tenido algo que ver?
-Se ha notado el repunte, no sólo en la ropa, también en complementos. Más que la crisis, temíamos que esto fuera un arma de doble filo, y que cuando acabara el Mundial las compras se vinieran abajo, pero por suerte casi no se ha notado la caída. Hemos arriesgado al identificar el negocio con la bandera de España, pero hemos tenido suerte y hemos trabajado mucho.
-¿Qué público es el que busca la ropa que vende?
-Es un perfil muy amplio. Sobre todo gente de clase media que usa ropa que le hace vestir, que se ajusta al precio y a la calidad.
-Ya se ha desplegado en la provincia de Huelva y en Sevilla capital. ¿Cuáles son ahora sus mercados objetivos?
-El resto de Andalucía y Madrid. Estamos haciendo un plan de expansión para abordar estos mercados. Además, en él también tratamos el desarrollo de nuestra propia marca, acompañada de Spagnolo. Es un proceso lento, pero no dejamos las marcas atrás. Ahora son cuatro las que trabajamos, con la bandera de España. En nuestra zona tenemos exclusividad de venta.
-En Sevilla le va bien...
-Pusimos las primera tienda hace dos años y ya tenemos cinco. Para que funcione tiene que tener aceptación. Aquí hemos comprobado que a la gente le gusta nuestra ropa.
-¿Mucha competencia?
-No tenemos mucha competencia por el tipo de público y de ropa que tenemos. Lo mismo puede comprar un jersey un chaval de 15 años que un hombre de 60. Spagnolo, por ejemplo, utiliza el colorido y eso no se encuentra en muchos sitios. Es para gente atrevida. La bandera de España al principio también era para gente atrevida, aunque ahora tiene más aceptación. Cuando llegamos a Sevilla, poner la bandera en el escaparate nos daba un poco de miedo, por el tema del vandalismo, pero no hemos tenido rechazo por ello.
-¿Vuestro acierto ha estado en distinguiros con ella?
-Sí. Además, decidimos venir a Sevilla en 2008 porque mi socia y yo somos de aquí. Nos vinimos solos y montamos la primera tienda con nuestras manos. Los primeros días no pusimos banderas de España en el escaparate por lo que pudiera pasar.
-¿Franquiciará el negocio?
-Hemos pensado en ello y lo tenemos en mente. Ya hemos comprado una nave en el Polígono La Red y eso nos da posibilidad de almacenamiento. Así podemos asumir más ropa y es más cómodo.
-¿La crisis se nota ahora que comienza la campaña?
-Estamos todos los comerciantes esperando la Navidad como agua de mayo. Octubre y noviembre son meses tradicionalmente muy malos para las ventas, sobre todo en el textil. En el norte de España sí funcionan estos meses, pero en el sur, por el clima, es horrible. Aquí también se vende mucho en primavera, por el tema de las fiestas, la Semana Santa y la Feria.
-En cualquier caso, su expansión comenzó en plena crisis...
-De hecho, gracias a ella hemos entrado en los mejores sitios comerciales de Sevilla. Lo máximo era llegar a Sierpes, y en esa calle tenemos ya dos tiendas, una de hombre y otra de mujer. Parece imposible cuando echas la vista atrás y te ves en Islantilla. La gente nos ha ayudado mucho, también Spagnolo.
-¿Estando ahí venden también a extranjeros?
-Muchísimo. El 40% de las ventas proviene de ellos y me quedo corto, sobre todo en verano. También está de moda España en el exterior y su bandera, como sucede con otras como la de Argentina o el Reino Unido.
El perfil. Empezar un negocio con 14 años no es lo normal. Sin embargo, desde que era un adolescente, Iván Sevillano tenía claro hacia dónde quería dirigir su futuro profesional, y por ello abrió una tienda en Islantilla (Huelva). Ése fue el germen de una red de establecimientos en la provincia de Huelva que desembocó hace dos años en la apertura de tiendas en la capital hispalense, de donde proceden tanto él como su socia, Esther Molina. Su seña de identidad, además de la multitud de horas de trabajo para llevar la empresa hacia adelante, la bandera de España, que le ha servido para hacerse reconocer entre la multitud de oferta en textil que se puede encontrar en la actualidad. "Queremos que Sevilla se deje vestir con nuestra ropa", asegura. Toda una declaración de intenciones.
