"Era un parque modelo. Cientos de niños jugaban allí todos los días y siempre estuvo muy bien cuidado. Es precioso y grande". Pese a ser una joya para los vecinos, la zona verde de Jardines de Hércules apareció ayer cerrada porque nadie se hace cargo de pagar su mantenimiento. Y es que, según los representantes vecinales, el Ayuntamiento de Sevilla no paga a la empresa Aba Jardinería desde hace ya 16 meses. Un efecto más de la crisis, que ha dejado las arcas municipales bajo mínimos.
La Gerencia de Urbanismo asegura que debe ser la Delegación de Parques y Jardines la que recepcione el parque y, por tanto, la que se encargue de su mantenimiento, mientras que el departamento de Eva Patricia Bueno, por ahora, da la callada por respuesta. Mientras tanto, 5.000 vecinos se han quedado sin poder llevar a sus hijos al parque o sin poder hacer deporte en él. Los bancos están vacíos y la mala hierba tiene desde hoy vía libre para campar a sus anchas. Palmeras, jacarandas, naranjos, almeces y robinias no tienen a quién dar sombra. Además, el proyecto de los vecinos para dar uso al quiosco central del parque vuelve al cajón. Si no hay una pronta solución, los residentes de la zona están dispuestos "a salir a la calle".
Así lo explicó ayer Juan Antonio Lobo, presidente de la asociación de vecinos Jardines de Hércules, quien recordó que el parque fue inaugurado hace cerca de dos años, en junio de 2009, por el alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, tras estar más de cuatro años cerrado. Fue entonces cuando la asociación de vecinos pidió en innumerables ocasiones la apertura de este pulmón verde como una parte más del barrio de Bellavista. Y así fue gracias a Urbanismo.
Lobo solicitó ayer al director del distrito Bellavista-La Palmera, Pedro Gonzalo, una reunión de urgencia con la delegada de Parques y Jardines, Eva Patricia Bueno, a la que reclama una "solución ya". "Es una pena que este parque esté cerrado. El Ayuntamiento tiene que defender a los vecinos y si cierra esta zona verde por falta de dinero, ¿por qué no cierran también otros?", espetó Lobo.
A su juicio, es "inconcebible" que se haya llegado a estas circunstancias, privando a alrededor de 5.000 vecinos del disfrute de unas instalaciones que estaban en muy buenas condiciones. De hecho, temen que la dejadez de la administración deteriore la zona y complique su posterior recuperación.
Según la asociación, la empresa concesionaria de su mantenimiento, Aba Jardinería, interrumpió sus servicios porque el Ayuntamiento no les paga "desde hace 16 meses, casi desde su apertura". "Es decepcionante esta situación con la importancia que tiene el desarrollo de actividades sociales, culturales y deportivas, así como para fomentar la participación ciudadana", aseveró Lobo.
"Para nosotros ha sido ir un paso hacia atrás en nuestras demandas para que Bellavista sea un barrio de verdad de Sevilla y pedimos por ello responsabilidades al Ayuntamiento de Sevilla para que vuelvan abrir el parque y fomentar de nuevo la convivencia y la integración entre los vecinos", añadió el dirigente vecinal.
El parque Jardines de Hércules, en los terrenos de la antigua fábrica de Uralita, fue inaugurado en julio de 2009 en un acto presidido por el alcalde. Esa misma semana, la zona verde fue recepcionada por la Gerencia de Urbanismo. Los datos eran redondos: se ponía en uso una superficie de 41.240 metros cuadrados metros cuadrados que darían servicio a más 4.000 familias de la zona.
Entonces, un desayuno popular y animaciones infantiles -castillos hinchables y payasos- animaron la velada. Ayer por la mañana, en cambio, los comentarios de los vecinos eran bien distintos: "Es una vergüenza que nos cierren el parque por falta de dinero cuando se lo gastan en otras muchas cosas que no son para nada necesarias", aseguraban ante los cuatro espacios ajardinados que forman el parque, un espacio con caminos y praderas, una fuente, zona deportiva, juegos infantiles y quioscos.
Además, el parque está dotado de una instalación de riego alimentada desde dos pozos de captación de aguas subterráneas y cuenta con difusores, aspersores, bocas de riego, equipos de control para la regulación y programación de los distintos sectores de riego. Sistemas que requieren mantenimiento para su correcta conservación.
