La senadora Hillary Clinton defendió ayer la ayuda de su marido, el ex presidente Bill Clinton, en la campaña por ser la abanderada del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre. Antes de partir a California, la legisladora por Nueva York hizo alusión a una guerra de palabras entre su esposo y el senador Barack Obama, su principal rival por la candidatura.
El ex mandatario se refirió duramente a Obama después de que éste, durante un debate realizado el lunes, dijera en referencia a su participación en la campaña de que "a veces no sé con quién estoy compitiendo". Portavoces de Obama señalaron que no era de buen tono que un ex presidente atacara a un compañero de partido después de que Bill Clinton sugiriera veladamente que el senador había mentido respecto de sus antecentes en torno a la guerra en Irak.
El ex presidente es considerado un valioso elemento en la campaña de su esposa. Sin embargo, algunos expertos políticos indican que podría ser un lastre si manifiesta el apoyo a la senadora en forma demasiado estridente.
