Hoy también es el día contra la violencia de género. Hoy también, en Sevilla esperan salir del infierno mil mujeres cuyos maltratadores tienen órdenes de alejamiento, y no sabemos cuántas que aún no se han atrevido a dar el paso de denunciar a sus agresores. La ley contra la violencia de género es una realidad que ha puesto en marcha un operativo que debe ampliarse, una red de protección que debe ser mejorada, unos juzgados y una Policía que deben ser más y mejorar su especialización para que, llegado cada caso, sepan actuar de la manera más conveniente para que las mujeres que dan un paso hacia la denuncia, no se arrepientan, por miedo, a la mitad del camino.
La ley contra la violencia de género y la de igualdad sientan las bases de una sociedad más justa, en la que las mujeres no sufran discriminación y la igualdad sea tan real que no haya un solo hombre que se atreva a utilizar su fuerza contra ninguna mujer. Esas dos leyes son recientes, la actuación política también, por eso más que considerar poca cosa lo hecho, vale considerar importante lo que tenemos para poder mejorarlo. Más que hacer una crítica a la totalidad que, por cierto, puede conseguir que las maltratadas no pidan ayuda porque crean que no van a ser atendidas, conviene transmitirles la idea de que hay medios, a pesar de que tenga que haber más, hay ley y hay apuesta política clara por trabajar para erradicar la lacra de la violencia machista. Para que se cumpla la buena letra de la ley exijamos los medios, pero valoremos los que existen y transmitamos a las mujeres la idea de que están para que los utilicen en defensa propia. Y no olvidemos que es asunto de todos el desenmascarar a los maltratadores, delincuentes que deben acabar dando cuenta de su delito de acuerdo a la ley.
