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Humanizando las joyas del patrimonio

el 24 feb 2011 / 19:03 h.

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Imagen exterior del Hospital de las Cinco Llagas, actual sede del Parlamento de Andalucía

La riqueza histórica que atesora la Macarena es conocida por todos los sevillanos. Entre sus calles se alzan monumentos de ancestral tradición que se han reconvertido en espacios para la atención y ayuda al ciudadano. Su puesta en valor se inició con el diseño de un plan turístico para la zona norte del Casco Antiguo, que incluía algunos de los enclaves situados en este distrito. El objetivo pasaba por potenciar este eje en su valor más social.

El Parlamento de Andalucía es uno de los ejemplos de esta tendencia socializadora. Desde 1992 ocupa el edificio que albergara el Hospital de las Cinco Llagas, gracias a un proceso de rehabilitación en el que se apostó por la conservación de la fachada y la adecuación del resto de espacios a las necesidades políticas. En 2003, y tras una década de ocupación, la Junta de Andalucía decidió apostar por este espacio con unas obras de ampliación que dotaban de mayor funcionalidad al edificio. La intervención supuso la construcción de 20.000 metros cuadrados y la recuperación de los patios del Cardenal, de la Fuente y de las Flores, dotándolos de funcionalidad.

Cerca de este espacio se ubica una amplia zona verde en la que se levanta la Torre de los Perdigones, el único resto visible de la antigua fábrica de San Francisco de Paula. Tras años de abandono, la torre acabó por integrarse en un parque urbano que es disfrutado a diario por los vecinos del entorno. En marzo de 2007 se inauguró en ella la Cámara Oscura de la Torre de los Perdigones, un atractivo turístico a 45 metros de altura que permite obtener una vista de Sevilla en movimiento. La sesión incluye también una explicación de los monumentos que se contemplan, incidiendo en sus leyendas, anécdotas y curiosidades de una ciudad a vista de pájaro.

El conjunto artístico de la Ronda Histórica tiene su continuidad en la Basílica de la Macarena y las murallas. La devoción universal a la Virgen de la Esperanza es uno de los grandes atractivos del distrito de cara al exterior. Junto a esta edificación se alzan las Murallas de la Macarena, uno de los vestigios mejor conservados de la Sevilla romana. En la última década, la inversión municipal ha apostado por la conservación de su cara interior, con la ampliación del acerado, y de su parte externa con la adecuación social de sus jardines.

En esta línea, el Hogar Virgen de los Reyes es otro de los ejemplos de rehabilitación social del patrimonio. Fue reinaugurado en noviembre de 2010 tras varios años de obras en los que se procuró la readaptación de sus instalaciones. La aportaciones desprendidas del Plan 8.000, sobre unos ocho millones de euros, permitieron la llegada al centro de varios servicios municipales de atención social. A través de ellos se da cobertura a diferentes sectores de la población como personas sin hogar, inmigrantes, personas mayores, enfermos de Alzheimer y Parkinson, así como a niños con diversidad de problemas y discapacitados. Sus más de 15.000 metros cuadrados son un ejemplo de espacio histórico puesto al servicio de la ciudadanía.

El Hogar San Fernando ha seguido el mismo proceso. En él se ubicó un centro cívico de más de 1.000 metros cuadrados con una gran dotación de servicios. Su grupo motor es uno de los más activos de la ciudad y son los responsables de la puesta en marcha de varios talleres destinados a la población inmigrante -cocina argelina, capoeira o danza peruana-, así como del convenio con la Universidad de Sevilla para realizar cursos de arqueología, con los que se pretende sacar a los estudiantes de las aulas y acercarlos a los espacios públicos.

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