La FP está en el punto de mira de las políticas educativas. Este curso incorpora novedades como más horas lectivas, idiomas y formación en prevención de riesgos. Queda por regular la obtención de títulos acreditando experiencia laboral, que el Gobierno central prevé implantar a final de año. Andalucía ya tiene una experiencia piloto.
Las novedades de este curso que ahora empieza, aprobadas por la Junta en un decreto a principios de mes, se han diseñado en función de las necesidades del mercado de trabajo y con el objetivo de facilitar el acceso a la Formación Profesional a cuantos más alumnos mejor. Tanto el Gobierno central como el autonómico están potenciando esta enseñanza, con más salida profesional que la universitaria.
En Andalucía se ofertan 110 títulos de FP (45 de grado medio y 65 superior) para este curso, seis de los cuales ya incluyen las novedades previstas en la ley estatal de 2002 y desarrolladas por el decreto andaluz (el objetivo es que el próximo curso ya estén implantadas en todos). Los cambios buscan conectar mejor con el mercado laboral mediante la inclusión de idiomas -que se extenderán progresivamente a todos los ciclos mientras que hasta ahora se limitaban casi a los relacionados con el sector turístico-, así como una formación básica en Prevención de Riesgos Laborales. La reorientación de contenidos implica un aumento de horas lectivas, de modo que todos los ciclos pasará a tener 2.000 horas (hasta ahora los hay de 1.400, 1.700 y 2.000). Una de las asignaturas comunes que ampliará su horario es la de Formación y Orientación Laboral.
Por primera vez este curso los estudiantes de FP podrán realizar prácticas en el extranjero mediante becas Erasmus, que ya han solicitado 150 alumnos. Y para potenciar el ingreso, 105 institutos andaluces impartirán cursos de preparación al acceso.
Una de las novedades más importante es la posibilidad de que a un empleado se le reconozcan competencias profesionales por su experiencia laboral mediante una evaluación y que, si la superan, puedan convalidar módulos académicos e incluso obtener un título de FP. El decreto andaluz ya lo contempla pero será necesario que el Ejecutivo central desarrolle la normativa sobre los requisitos que se exigirá a esos trabajadores y cómo evaluarlos para determinar si poseen los conocimientos y capacidades precistas para obtener el título. El Gobierno prevé aprobar ese decreto a final de este año y ha apuntado que serán necesarios al menos tres años de experiencia y superar una prueba práctica.
La Junta de Andalucía se ha adelantado con una experiencia piloto que inició el curso pasado una experiencia piloto en dos titulaciones: Técnico en atención sociosanitaria y Técnico superior en gestión y organización de recursos naturales y paisajísticos.
La convocatoria se abrió en febrero para 30 plazas en cada ciclo y las peticiones desbordaron las expectativas (959 solicitudes para Atención Sociosanitaria y 438 para Recursos Paisajísticos).
El proceso de evaluación de estos 60 trabajadores acaba en octubre e incluye pruebas orales, exámenes escritos, prácticas de simulación en centros educativos y observación en el puesto de trabajo. El objetivo es "obtener el máximo de datos fiables, porque el sistema es muy serio. Se trata de reconocer competencias profesionales, no de regalar títulos", aseguró el director general de FP de la Consejería de Educación, Emilio Iguaz. No obstante, a la espera de los resultados finales, Iguaz estima que todos los empleados podrán convalidar más del 50% de los módulos y calculó que tres o cuatro lograrán el título completo de FP. El resto deberá cursar lo que le quede del ciclo de forma semipresencial o a distancia.
Para el director general de FP, la experiencia ha sido un "éxito" y el reconocimiento de las competencias "es una deuda social que se tiene con los trabajadores".
Valoración sindical. "La FP ha dado un salto cualitativo muy importante y, por su grado de inserción laboral, la gente prefiere un ciclo superior a la universidad", opinó el secretario de Formación de FETE-UGT, Jesús Rodríguez Brione. La posibilidad de conseguir los títulos a través de la experiencia de un trabajador, dijo, "va a ayudar a todos aquellos empleados que no tenían ningún tipo de cualificación. Si se quedaran en paro tendrían ahora más opciones de recolocarse". Pero Rodríguez Brione criticó que esta iniciativa ha llegado "muy tarde", ya que desde 2002 una ley estatal abría la puerta a desarrollarla.
En la misma línea se expresó la responsable de FP de CCOO, Concha García, que insistió en que la acreditación de la trayectoria laboral "es una reivindicación antigua". Cree que tendrá un efecto "muy positivo en el mercado" porque "se demandan personas cualificadas y éstas necesitan certificados para acceder a un puesto".
