El presidente chadiano, Idriss Deby, rechazó ayer la propuesta francesa de abandonar el país y resistió por segundo día a la ofensiva rebelde en Yamena. Entre las bajas del Ejército en el asedio estaba el jefe del Estado Mayor. Mientras, seis españoles permanecían ayer en Chad después de que el resto fueran evacuados.
El alto el fuego que propuso ayer el líder libio, Muamar el Gadafi, se rompió a las pocas horas de ser aceptado por la guerrilla chadiana, que reanudó, por segundo día consecutivo, los combates junto al palacio presidencial. Todo parecía indicar que Deby, que no ha aparecido públicamente en los últimos días, está en su interior, sostenido por sus tropas leales, que están apoyadas por helicópteros y vehículos blindados.
También sobrevoló la zona, por primera vez, un helicóptero del contingente galo destacado en Chad. Francia mantiene en el país africano cerca de 1.200 efectivos encargados de proteger a sus ciudadanos residentes en la ex colonia gala.
Los insurgentes, a los que el presidente Deby acusa de recibir apoyo de Sudán, lanzaron el pasado lunes una ofensiva desde el este del país y el sábado llegaron a la capital. El ataque se produjo después de que tres grupos rebeldes formaran un Comando Militar Único, el pasado 12 de diciembre, y consideraran roto el acuerdo de paz firmado con Deby.
El Ejército chadiano, además, resiste después de saber que sufrió una baja importante. El jefe del Estado Mayor, general Daud Sumain, falleció en los combates con los rebeldes, según informó el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, que también desveló que desde París se ofreció para ayudar a Deby a salir del país teniendo en cuenta la "situación peligrosa" que atraviesa. Pero el líder chadiano ha declinado la oferta.
Españoles en Chad. La evacuación de extranjeros residentes en Chad por parte de militares franceses continuó ayer después de haber sido paralizada por los combates en las proximidades del aeropuerto de Yamena. De la capital chadiana despegó un avión Hércules C-130 con 104 extranjeros, aunque no facilitó datos sobre su nacionalidad. Como en los cinco vuelos que partieron en la noche del sábado, el avión tiene como destino Libreville (Gabón), desde donde partió a primera hora de la tarde de ayer con 202 tripulantes a bordo rumbo a París.
Todavía quedan en Yamena varios centenares de extranjeros que buscaban protección en la base militar francesa en ese país y en varios edificios con la presencia de soldados franceses. Entre ellos, permanecen seis españoles después de que otros seis hayan sido evacuados a Gabón.
"Hemos escuchado los obuses y los combates, pero estamos bien", comentó a la Cadena SER una de las cooperantes de Intermon Oxfam que siguen en Chad, que admitió que en la capital "hay pillaje y saqueos".
El último asalto al poder es el más fuerte que protagonizan fuerzas rebeldes desde el ataque de abril de 2006, cuando los rebeldes llegaron a combatir a las afueras de la capital. Chad, uno de los países más inestables de África, fue escenario de varias rebeliones de diversas facciones para hacerse con el poder. Deby llegó al poder a raíz de un golpe militar que lideró en 1993 para derrocar a su predecesor, Hisene Habré, que a su vez alcanzó la presidencia en un golpe de Estado en 1982. La rebelión actual se agudizó en 2003, cuando Chad empezó a explotar sus fuentes de petróleo, lo que desató rivalidades dentro de los círculos del poder.
Desde Sudán, país al que acusa Deby de apoyar a los rebeldes, el Ministerio de Exteriores del país se limitó a anunciar que el Gobierno está siguiendo los hechos "con gran preocupación" y consideró que la lucha que protagonizan "tropas de la oposición" es un "asunto interno".
