Estas dos palabras con las que titulo el recuadro de este lunes son suficientemente clarificadoras del estado anímico de los aficionados béticos y sevillistas, categoría y objetivos aparte. El fútbol, como todo en la vida, tiene unos estados anímicos muchas veces fuera de todo estudio lógico y que se acrecientan en las ciudades donde conviven dos equipos con las suficientes dosis de rivalidad.
Hoy los béticos andan ilusionados con su equipo y sus dirigentes aun estando en Segunda División, mientras los sevillistas, con tres competiciones por delante, donde sus aspiraciones están intactas, andan sumidos en la decepción. Ya saben: fútbol es fútbol. Y en Sevilla, más fútbol todavía.
Un solido líder. El Betis sacó adelante con suficiencia (3-0) su partido ante el Alcorcón. A los equipos hay que analizarlos según su categoría y rivales. El equipo de Mel está sacando con nota su primera vuelta. Líder con seis puntos de ventaja sobre sus más inmediatos perseguidores (Celta y Rayo) y con autoridad en todos los sentidos futbolísticos. Y además, gana días para recuperar a toda la tropa que tiene en la enfermería. Serán sus mejores refuerzos ahora que no hay un euro para fichajes de cara a la segunda vuelta.
Derrota en Nervión. El Sevilla terminó mal la primera vuelta de la Liga. Perdió 1-2 frente al Espanyol y dio una imagen decepcionante. Es cierto que queda un mundo. En la Copa, casi metidos en semifinales; en la Europa League, ante el Oporto y toda una segunda ronda para enmendar en Liga. Hay muchos puntos de por medio en la competición doméstica para alcanzar el objetivo.
Nada ha terminado. Lo preocupante es la desilusión de los aficionados, algo digno de estudio por quienes dirigen, ya que una bronca es mejor que el silencio de despedida. Y no digamos los errores defensivos de bulto, contumaces y rotundos en jugadores caros y de aportación nula. Se observa una falta de trabajo en los movimientos defensivos que le están costando tan caros al Sevilla y que deben tener una pronta solución por parte de los técnicos. Cara, muy cara, está pagando el Sevilla esa debilidad atrás por muchos jugadores con fichas altas que llegaron y cuyo rendimiento está a años luz de lo que se esperaba de ellos.
