Impulso a las empresas del Aljarafe

Cerca de 200 empresarios se citan en el I Foro Impulsa Aljarafe en Espartinas para debatir las tendencias del mercado y reforzar un tejido empresarial trabajando hombro con hombro

el 24 oct 2014 / 22:00 h.

DSC_0474 Ernest Shackleton fue uno de los exploradores que a principios del siglo XX se embarcó en la conquista del Polo Sur. Varios intentos fallidos y conocedor de que el noruego Roald Amundsen ya había realizado tal empresa, Shackleton no cejó en el intento. De hecho, fue más allá y una vez pisó suelo polar recorrió los más de 2.900 kilómetros andando a 50 grados bajo cero. Shackleton es un ejemplo de empresa. De esa, como definiría la enciclopedia Espasa, «acción arriesgada que valerosamente se emprende», y a la que se referiría el director de Relaciones Institucionales de Everest, Juan Manuel Rodríguez. En definitiva, lo que muchos de los ayer presentes en el I Foro Impulsa Aljarafe decidieron hacer un día para darle un vuelco a su vida, mejorar y conseguir sus sueños. Cerca de 200 empresarios se citaron ayer en Espartinas, bajo el lema Uniendo fuerzas, avanzamos todos, para poner en común sus experiencias profesionales –aunque también personales, por la implicación en sus proyectos– e intentar crear sinergias entre empresarios para impulsar el desarrollo económico de la comarca. Todos ellos con un factor común: la constancia. El trabajo sin descanso, la perseverancia y la insistencia fue de los valores más mentados ayer en la sala. En el Aljarafe, primera comarca objeto de estos foros, el sector que mejor ha explotado sus recursos ha sido el turístico. Los ayuntamientos se han puesto las pilas en los últimos años y han buscado la singularidad de sus municipios para potenciarla y difundirla con el objetivo de crear empleo. Uno de los grupos que mejor ha aprovechado ese filón ha sido el Grupo Abades, quien apostó por el lugar estratégico de su hotel en Benacazón para impulsar el nuevo modelo de turismo: el de experiencias. Como buen ejemplo de lo que pretende el foro, los responsables de Abades en la comarca se aliaron con la empresa Gloobo –entre otras– para ofrecer a sus turistas la posibilidad de vivir una experiencia única montando en uno de los globos aerostáticos del proyecto de José Alfonso Fernández de Aguilar. Y es que Sevilla, con su Giralda o su monasterio de Loreto, es única. Su cultura del tapeo, de ese momento de algarabía, que, como reivindicó el presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla y responsable del Grupo La Raza, Pedro Sánchez-Cuerda, lleva a Sevilla de la mano de un turismo «del que no hay que avergonzarse». En esta nueva sociedad, con nuevos intereses que crean nuevas tendencias, las nuevas tecnologías –sobre todo las ligadas a la mejora de la comunicación– son esenciales. Eso sí, siempre que detrás de ellas estén las personas. Y es que, como destacó ayer el director de El Correo de Andalucía, David López Royo, «la creatividad, si no es de la mano del capital humano, no es posible con la tecnología». Porque, al fin y al cabo, todo se basa en una acción: soñar. Así lo hizo hace ya dos décadas el responsable de MasAltos.com, Andrés Ferreras, quien conocedor que su producto no tendría éxito en tiendas –vende zapatos con una cuña interior para que los hombres crezcan de 6 a 7 centímetros– optó por abrir una página web «cuando a los correos electrónicos se les conocía como emilios». Igual, aunque unos años después y con eso del comercio electrónico más desarrollado hizo Noelia Gil, con su marca de papelería creativa Made With Lof. Ambos no temieron al fracaso, y frente a él siempre le echaron un pulso.

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