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Imputado un ex trabajador por el caso de abusos en un centro religioso

Se trata del tercer imputado tras la detención del director de la casa para discapacitados de los Franciscanos de la Cruz Blanca en Córdoba, el hermano Manolo, y uno de los frailes. El ahora procesado trabajó en el centro hace tres años. 

el 14 may 2010 / 19:24 h.

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Un ex trabajador del centro para discapacitados de la Cruz Blanca de Córdoba, ayer tras salir de los juzgados como tercer imputado en un caso de abusos.

El presunto caso de abusos sexuales a los discapacitados acogidos en el centro de los Franciscanos de la Cruz Blanca de Córdoba sumó ayer un tercer implicado. Tras la imputación de dos religiosos de la congregación, la titular del Juzgado de Instrucción número seis de Córdoba imputó ayer a S.R.D., un ex trabajador de la Casa de San Francisco de Asís que dejó el centro hace tres años.

Según informaron a Europa Press fuentes judiciales, el nuevo imputado quedó "en libertad sin ningún tipo de medida cautelar" tras prestar declaración ante la jueza.

Además, por el juzgado pasaron ayer otras dos personas más que declararon como testigos. Carmen, trabajadora del centro desde hace cinco años, negó haber visto nunca ningún tipo de maltrato por parte del director del centro, Manuel Ortiz, conocido como el hermano Manolo, imputado por un delito de abusos sexuales y otro de maltrato habitual, junto al otro religioso, F.G.

Carmen declaró que sólo puede decir "cosas buenas del hermano Manolo y de toda la casa" porque "es como un padre para todos los niños" y afirmó que si les ha tenido que reñir lo ha hecho, pero nunca presenció un maltrato. Añadió que lo único que ha hecho es "luchar por todos los niños con una labor grandísima en Córdoba. La trabajadora del centro dijo temer que todo este asunto "sea una venganza de gente que ha salido o que han perdido ciertos privilegios que tenían", por lo que, en su opinión, "sería una gran sorpresa que finalmente saliera culpable de esos delitos". Insistió en que había ex trabajadores enemistados con él.

Precisamente una ex trabajadora fue la segunda testigo en declarar ayer. María José coincidió en que mientras estuvo allí no vio "nada raro" y relató que su madre lleva 30 años de voluntaria en la casa y "si hubiese visto algo no lo hubiera consentido".

"El hermano Manolo los baña, les da de comer y la medicación, por lo que es como un padre para ellos. Y si ha tenido que reñirles porque el niño se ha puesto agresivo o le ha tenido que dar un azote en el culo lo ha hecho, pero yo no he visto nada de abusos ni maltrato", subrayó.

María José precisó que "la imaginación de los niños es muy abierta y dicen cosas que no son reales como, por ejemplo, que su madre no es su madre o que estaban embarazados cuando realmente no era así".

El origen de la investigación se remonta a octubre, cuando la Policía conoció un escrito anónimo que denunciaba supuestos abusos sexuales a un interno por parte de un colaborador externo, en prisión preventiva mientras se instruye su causa paralela a la de los religiosos. Los dos franciscanos están libres aunque como medida cautelar el juez les prohíbe acercarse al centro y hablar con los trabajadores y residentes.

Tanto la congregación como el obispo de Córdoba apelaron ayer a la "presunción de inocencia" y mostraron su confianza en que la justicia aclare lo sucedido. Mientras, entre los familiares de los internos, la opinión se divide entre quienes muestran su apoyo incondicional a los hermanos franciscanos y los que expresan su preocupación. La congregación garantiza "la plena normalidad en el funcionamiento del centro" y "la calidad en la atención debida a los usuarios". La Fiscalía de Sevilla ha presentado una denuncia por malos tratos contra otra residencia que la Cruz Blanca tiene en Dos Hermanas (Sevilla).

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