Un juzgado de Sevilla tomará declaración el próximo día 19, como imputado, a un tío materno de los tres hijos de Alberto Jiménez Becerril, concejal del PP en Sevilla asesinado por ETA, que ha sido denunciado por la presunta apropiación de 169.920,41 euros de la herencia de su abuelo.
En la querella, a la que ha tenido acceso Efe, los dos hijos que ya son mayores de edad y su hermana tutelada por su abuela paterna denuncian a su tío R.G.O. por apropiarse de la parte que les corresponde de las cuentas bancarias y seguros de vida de su abuelo.
El abuelo falleció el 7 de noviembre de 2005 y en su testamento dejó como herederos a sus dos hijos y tres nietos, hijos de la esposa de Jiménez Becerril que fue asesinada junto a su esposo el 30 de enero de 1998 en una calle de Sevilla.
La denuncia ha correspondido al juzgado de instrucción 4 de Sevilla, que en principio archivó el caso por la llamada "excusa absolutoria", que impide emprender acciones penales contra parientes en primer grado.
No obstante, lo ha reabierto a instancias del abogado denunciante y de la Fiscalía de Sevilla, que entienden que tal situación no se da en el grado de consanguinidad que una a denunciantes y denunciado.
El abogado de R.G.O., José Manuel Sánchez del Águila, ha dicho a Efe que en la comparecencia del próximo día 19 va a pedir el archivo de la causa, pues a su juicio se trata de un tema "eminentemente civil que se ha planteado en la vía penal como una forma de presión".
Según el letrado, va a alegar que existe un documento firmado entre todas las partes en julio de 2008 por el que se hacía "una liquidación con compromiso de pago, y por lo tanto los posibles incumplimientos se deben ventilar en los tribunales civiles".
Dicho documento fue firmado por la hija del matrimonio que entonces era mayor de edad, su abuela paterna en representación de los dos hermanos menores, por el ahora imputado y la abuela materna de los niños.
El abogado reclamante, Benito Saldaña, cifra el total de lo apropiado en 169.920,41 euros, cantidades que presuntamente R.G.O. transfirió a sus propias cuentas "aprovechando su posición como representante legal de los hermanos Jiménez Becerril" frente a las entidades bancarias en los asuntos relativos a la herencia.
El letrado considera que en los hechos concurre la agravante de haberse aprovechado de la relación de confianza derivada de la "afectividad y parentesco" que unía a querellado y querellantes.
Los hijos del concejal reclaman a su tío 133.700 euros que, presuntamente, retiró mediante transferencias y reintegros de efectivo entre enero y abril de 2007, procedentes de un seguro de vida de su abuelo, y otros 36.220,41 euros que les corresponden de sus activos financieros.
