Cultura

'In nomine dei', en voca de sus creadores

Pendientes del estreno esta noche del único texto dramático escrito por el Nobel portugués José Saramago, los responsables de esta producción del CAT, que sube hoy por primera vez a escena en el Teatro Central de Sevilla, analizan los pormenores de un texto cuajado de In n omine dei.

el 14 sep 2009 / 21:24 h.

Pendientes del estreno esta noche del único texto dramático escrito por el Nobel portugués José Saramago, los responsables de esta producción del CAT, que sube hoy por primera vez a escena en el Teatro Central de Sevilla, analizan los pormenores de un texto cuajado de afilados dardos contra la intolerancia. Su «complejísima puesta en escena» y la densidad de su pensamiento no han amilanado al equipo, que asegura llegar a hoy «cargado de energía y adrenalina».

José Carlos Plaza, director.

«Dedico la obra con todo mi amor a los manifestantes del PP»

José Carlos Plaza acudió ayer al encuentro con la prensa previo al ensayo general con las prisas inherentes a la víspera de un estreno. Aún así, supo aprovechar su breve intervención para alabar a unos y arremeter contra otros. "Saramago nos dio libertad absoluta para interpretar su texto; pero es tan impecable, que no nos ha hecho falta: con hacer exactamente lo que él ha dejado escrito, nos vale para concebir un buen espectáculo", aseguró el veterano director de escena, que reconoció, no obstante, la extrema dificultad de este montaje, "aunque más allá de la escenografía y el manejo de 28 actores sobre el escenario, In Nomine Dei tiene la complejidad del pensamiento", dijo Plaza, que resumió el texto en "el horror que es estar en posesión de la verdad".

Así, con una acidez insólita en su discurso, Plaza quiso dedicar la función -"con todo mi amor"- "a esas voces que se manifiestan en Madrid pidiendo la sangre y la muerte instigadas por el Partido Popular".

José Manuel Castanheira, escenógrafo.

«El escenario será una metáfora de la destrucción humana»

La escenografía en la que se va a desarrollar la acción de la obra ha sido, desde la decisión de llevar a escena In Nomine Dei, una de las mayores preocupaciones del CAT, que finalmente han quedado resueltas con la llegada del escenógrafo portugués José Manuel Castanheira, que ha concebido "una ciudad en ruinas, metáfora universal de la destrucción del ser humano".

Carlos Álvarez-Novoa, actor protagonista.

«Estamos dispuestos a salir como caballos desbocados a escena»

Carlos Álvarez-Novoa es, sin duda, el rostro de In Nomine Dei. Curtidísimo actor de teatro, cuya primera aparición en la gran pantalla con Solas ya le valió un Goya, Álvarez esperó a que Plaza doblara la esquina de la sala en la que se celebraba la rueda de prensa para hablar casi más de él que de los pormenores del montaje. "Es cierto que es Saramago quien posibilita la representación de este texto, pero a partir de aquí, todo lo que van a ver ustedes es obra de José Carlos Plaza, uno de los mejores directores del mundo", dijo el actor sin pudor, y consciente de que el director es el que ha empujado la actuación de todos los que participan en la obra. "Todo ha sido muy complicado, pero en vez de estar agotados, Plaza nos ha dado una carga de energía tan grande que los actores estamos todos a cien, como caballos desbocados dispuestos a salir al escenario. Aquí no hay figuración ni papeles cortos. Todos somos protagonistas".

Mariano Díaz, música y espacio sonoro.

«Es un trabajo hecho de absoluto y preciso entusiasmo»

Estudioso de los salmos y la música eclesiástica en general, Mariano Díaz ha creado un espacio sonoro sobrecogedor, acorde con la megalomanía del espacio escénico. El músico se ha tenido que enfrentar a 28 actores de los que sólo 4 eran cantantes. "Me asusté, no lo voy a negar, pero el ejercicio colectivo de absoluto y preciso entusiasmo que han hecho me ha allanado el camino. Ahora cantan como Dios".

Ismael Frías, actor.

«Aquí está más viva que nunca la magia del verdadero teatro»

Es uno de los muchos jóvenes actores que forman parte del reparto de In Nomine Dei, la mayoría de ellos nacidos y formados en Andalucía. "Todos, los 28, tienen su momento especial en la función y así han sido tratados por el director", explicó Frías, que alabó la "valentía" del Centro Andaluz de Teatro (CAT), para llevar a escena un texto dramático que nadie hasta el momento se ha atrevido a representar. "Aquí está más viva que nunca la magia del teatro, en un viaje que tiene el siglo XVI como punto de partida, pero que aterriza en nuestros días".

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