Dos operaciones desarrolladas por la Guardia Civil en los últimos días en el Bajo Guadalquivir han permitido incautar el mayor alijo de hachís requisado en lo que va de año en la provincia de Sevilla: más de 4.200 kilos. Se desarrollaron en el marco de la vigilancia del río Guadalquivir, una de las principales entrada de droga.
La primera de las intervenciones tuvo lugar a las 14.00 horas del pasado domingo, cuando agentes de la Guardia Civil observaron una lancha neumática navegando hacia la desembocadura del Guadalquivir desde mar adentro. Dada la posibilidad de que se tratara de una embarcación para el narcotráfico, la patrullera Río Ulla del Servicio Marítimo de la Guardia Civil se dirigió hacia el lugar, navegando río adentro con el objetivo de interceptar la lancha neumática, mientras que en tierra se montaba un dispositivo para localizar el punto donde se pretendiese alijar. Este dispositivo localizó entre la maleza y el lodo de las márgenes del río, a la altura de término municipal de Isla Mayor, 90 fardos de hachís envueltos en sacos de arpillera, que arrojaron un peso aproximado de 2.700 kilos.
La lancha neumática no pudo ser interceptada, ya que habría sido retirada u ocultada por los narcotraficantes antes de que fuera localizada por los agentes, según informó ayer la Guardia Civil. Pero lo que no sabían los agentes era que el mismo día volverían a toparse con otro importante alijo. De este modo, a las 18.00 horas tuvo lugar la segunda de las intervenciones cuando agentes de la Guardia Civil de Trebujena (Cádiz), que patrullaban cerca de Lebrija, sorprendieron a un grupo de narcotraficantes en el momento en el que traspasaban la droga desde una embarcación hasta una furgoneta estacionada en las proximidades.
Dada la presencia de los agentes, los narcotraficantes emprendieron la huida, bien corriendo por la marisma, bien en la embarcación rumbo hacia la desembocadura. Como resultado de la persecución, la Guardia Civil, junto a la Policía Local de Trebujena, detuvo a tres personas presuntamente implicadas en el alijo, todas ellas vecinas de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
La embarcación fue localizada luego por la patrullera, varada y abandonada en tierra, llevando en su interior 20 bultos envueltos en sacos de arpillera que contenían hachís. La Guardia Civil halló en el interior de la furgoneta que se encontraba estacionada junto al lugar del alijo abortado otros 30 fardos, que sumaron más de 1.500 kilos de hachís. Posteriormente se pudo comprobar que la furgoneta que iba a ser utilizada para transportar el hachís había sido sustraída en Dos Hermanas, según precisaron las mismas fuentes. Se trata de las operaciones más importantes por el volumen incautado desarrolladas hasta el momento en Sevilla.
