Un hombre de 71 años ingresó ayer en el hospital de la Macarena, afectado por el brote de legionelosis detectado en el barrio que ha provocado la muerte de tres personas y por el que hay nueve pacientes hospitalizados. Salud estudia si otros dos enfermos, ingresados en el Virgen del Rocío, están relacionados con el mismo brote infeccioso.
El último ingresado, vecino de la Macarena, sufrió los primeros síntomas respiratorios el sábado pero no fue al médico hasta ayer por la mañana, según informó la Delegación de Salud. Ha quedado ingresado en planta, donde hay otros siete pacientes. Otras dos personas continúan en la Unidad de Cuidados Intensivos, uno de ellos grave y otro con pronóstico estable dentro de la gravedad.
Salud investiga además si otras dos personas de 62 y 73 años ingresadas en el Virgen del Rocío por legionelosis pueden formar parte de los contagiados por el mismo brote infeccioso de la Macarena, provocado por dos torres de refrigeración que ya han sido cerradas, o si por el contrario son casos aislados. Los primeros indicios apuntan a que al menos uno pudo haberse contagiado por el mismo foco, ya que estuvo en los lugares que Salud investiga como probable origen del brote. Tampoco se descarta que se detecten nuevos contagios de aquí al fin de semana, ya que la legionela se incuba durante 15 días.
Salud recordó ayer que se producen contagios de legionela todo el año, pero sólo se considera un problema de salud pública si los producen instalaciones en mal estado, como ahora. La administración sanitaria subrayó que esta dolencia suele evolucionar favorablemente con antibióticos, salvo en pacientes frágiles con el sistema inmunitario deprimido por enfermedades previas, como en el caso de los tres fallecidos.
Tras activarse la alerta sanitaria, técnicos de Salud identificaron las instalaciones de riesgo de la zona, comprobaron su estado y tomaron muestras que se están analizando. Seis torres estaban en mal estado, cuatro ya cerradas, por lo que se clausuraron las otras dos.
El brote de legionela se convirtió ayer en centro de la polémica entre los grupos municipales del PP y el PSOE. Los populares criticaron el escaso número de torres de refrigeración revisadas por el Consistorio, pese a que se comprometió a inspeccionar 50 cada año. La delegada de Salud y Consumo, la socialista Teresa Florido, acusó al PP de "confundir a la opinión pública con datos que no son reales", calificando de "miserable" su intento de "sacar rentabilidad política" del brote de legionelosis.
Por su parte, la Asociación Nacional de Empresas de Frío y Refrigeración quiso resaltar que las torres de refrigeración son seguras con un correcto mantenimiento, por lo que instó a sus titulares a seguir las instrucciones de limpieza de los fabricantes.
Por otro lado, la consejera de Salud defendió ayer que se está haciendo un trabajo "minucioso y preciso" para poder determinar el origen del foco de legionela. Hasta el punto, dijo, de que los pacientes son sometidos a auténticos "interrogatorios" para aclarar por dónde se han movido, por qué calles han paseado en los últimos días, qué hábitos han tenido, con quién se han relacionado... Todo lo que pueda ayudar a los sanitarios a saber si todos los casos están relacionados con un único brote. Porque no necesariamente es así.
"Ahora, por ejemplo, tenemos un caso aislado en el Hospital de Torrecárdenas (Almería), y no tiene más difusión", señaló. "No podemos descartar nada y, como se trata de gente mayor, le preguntamos sistemáticamente por sus costumbres, les pedimos que se esfuercen en recordar detalles que parecen no tener importancia pero que pueden ser determinantes para el proceso. Todo nos sirve para atajar el problema de forma precisa y rápida", insistió María Jesús Montero.
