El género del insulto zafio tiene su público pero no otorga la gloria a sus practicantes. Se les ríe las gracias pero se les ignora. El alcalde de Puerto Real, viejo superviviente de la cosa, acude a la descalificación grosera del Rey para darse un baño en la charca de la popularidad que comparte con el ganado de la televisión basura.
La monarquía como sistema no resiste fácilmente un análisis teórico pero insultar al Jefe del Estado Español acusándole de conducta licenciosa en su esfera privada sin rigor y sin respeto resulta absolutamente reprobable. Si ese es el método de estos republicanos auguro larga vida a la monarquía. Y si IU avala esta conducta dará un paso más hacia la irrelevancia política. Barroso es un personaje entretenido en privado pero este borrón público en su larga biografía debe acabar con su inhabilitación, no solo a manos de la Justicia sino mediante el juicio sumarísimo de su partido y de los ciudadanos.
Como diría José Fouchet su conducta es peor que un crimen, es un error. Y habrá que ver si rectifica con la sabiduría del viejo y listo luchador que es o la mantiene, como hasta ahora, ahondando en su descrédito.
Lo mismo cabe decir de la parejita: Del Barco- Arenzana, tandem de mindundis del Consejo Audiovisual. Lo que le faltaba a ese órgano es el flaco favor de dos indocumentados que escriben en papel de estraza unos regüeldos que ellos llaman pomposamente 'voto particular' para no discrepar sino para ofender a una compañera que presenta un informe. Y usan un lenguaje pretendidamente ingenioso, sin un solo argumento conceptual.
Porque son dos indolentes que no saben de nada y llevan unos años sin dar un palo al agua usufructuando una plaza en un órgano que no se merece tener a este tipo de individuos. Y todo para evidenciar que están aburridos, que practican el vulgar método Barroso y que están suplicando al PP que les salve de coger la pluma y sentarse de nuevo en el banco de la prensa de la que provienen. No sé donde harán menos daño. Confío en el buen criterio de Javier Arenas. Esta gente sobra.
Abogado
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