La suerte ha querido que el número de víctimas mortales por violencia machista no aumentase ayer. En este caso, L.H.B., una marroquí de 45 años, puede contarlo. En el comercio de comestibles que regenta con su marido en Granada, su esposo, también marroquí natural de Nador, le pegó presuntamente y la arrinconó junto a un frigorífico utilizando un cuchillo "de grandes dimensiones".
La mujer declaró a la Policía que había un martillo y una especie de sierra que "normalmente no estaban ahí", por lo que sospechó que pretendía "matarla y descuartizarla".
En ese trascendente y vital momento llegó un compatriota a la tienda y logró arrebatar el cuchillo a A.L.M., momento en el que la mujer aprovechó para escapar y refugiarse en un comercio aledaño al suyo, en la granadina avenida de Pulianas.
Tras conseguir refugio, la víctima contó su versión de los hechos, por lo que los presentes avisaron de inmediato a la Policía Local. En torno a las siete de la tarde, los agentes se personaron en el domicilio de la pareja, ubicado en la calle Rosa Chacel, y se encontraron con la víctima, que estaba muy nerviosa y alterada, informó a la Agencia Efe el portavoz del cuerpo, José Manuel Fernández. Una vez informados los agentes del posible paradero del presunto agresor, se desplazaron al lugar y consiguieron detener al hombre.
El supuesto agresor, de 53 años, ante las preguntas de los agentes, confesó que había pegado a su mujer y se entregó a los miembros del Instituto Armado, aunque negó tener intención de matar a su esposa.
Sólo un golpe de fortuna hizo que en esta ocasión no hubiera sangre. Las iniciales L.H.B. no engrosarán la lista de víctimas mortales. Hasta la fecha, 10 mujeres han fallecido en la comunidad. Cifra que sube a 33 en España. Números que ya superan las muertes de esta temática en todo el año 2008.
La asociación Despertar sin violencia de Marbella (Málaga) pidió ayer que se elabore un registro de maltratadores porque "muchos se anuncian en internet para buscar pareja", asegura su presidenta, Carmen Sánchez. Del mismo modo, alertó a las autoridades de esta situación y solicitó más control de los maltratadores ya que la violencia doméstica es "un estilo de terrorismo no contemplado".
