La juez que investiga las denuncias contra el presidente del grupo inmobiliari y de inversión Contsa, José Salas Burzón, tomó ayer declaración a dos testigos para aclarar el origen de más de mil supuestas facturas falsas con las que la entidad justificó el ingreso de más de tres millones de euros.
Según fuentes del caso, los dos testigos son inversores de Contsa que negaron en el Juzgado de Instrucción número 17 haber emitido diversas facturas por valor, cada una de ellas, de 3.000 euros. Estos dos inversores fueron elegidos entre los diversos nombres que aparecen en las facturas para comprobar la veracidad de las mismas, después de que hasta en el propio informe de los administradores concursales (la empresa está sometida a un concurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil) advirtiera de la contabilidad falsa de Contsa, con la que se llegaron a justificar ingresos por valor de más de tres millones de euros.
Los dos inversores explicaron a la magistrada su relación con Contsa, asegurando que en la misma nunca facturaron ni entablaron relación comercial que justifique las facturas.
La juez investiga la presunta comisión de hasta cuatro delitos societarios, después de recibir la denuncia de varios inversores, tras lo que decretó el ingreso en prisión del presidente de la entidad. Paralelamente, el Juzgado de lo Mercantil mantiene abierto un concurso de acreedores, figura que sustituye a la antigua suspensión de pagos.
