La familia de Alcalá murió envenenada por fosfuro de aluminio

Toxicología cree que murieron envenenados por fosfuro de aluminio. La investigación se centra ahora en saber si lo inhalaron o lo ingirieron.

EL MATRIMONIO FALLECIDO EMPEZABA A RECOGER CARTONES A LAS SIETE DE LA MAÑANA

Fosfuro de aluminio. Esa es la sustancia que el pasado 14 de diciembre provocó la muerte de tres miembros de una misma familia de Alcalá de Guadaíra, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en una nota de prensa. Toxicología aún sigue trabajando en el informe que remitirá al juzgado que investiga el caso, ya que se desconoce de qué forma se produjo la intoxicación, si por vía respiratoria o por inhalación. En la nota, el TSJA apuntó “a que el fallecimiento de Enrique Caño (de 61 años), Concepción Bautista (50 años) y una hija de 14 años se produjo como consecuencia de una intoxicación por fosfuro de aluminio o de alguno de sus componentes”. No obstante, el Alto Tribunal recordó que “se continúa investigando para determinar la manera en la que ese tóxico provocó las muertes”, insistiendo en que “en este sentido, no hay ningún informe ni preliminar ni definitivo que confirme si la intoxicación se produjo vía alimentaria o vía inhalatoria”. El fosfuro de aluminio es un tóxico que es utilizado en la agricultura para fumigar y que se transforma en gas al entrar en contacto con el agua. Su toxicidad es muy elevada y el olor que desprende este gas es similar al pescado podrido. Sin embargo, aún se desconoce cómo los tres fallecidos llegaron a infectarse por esta sustancia, si fue inhalándola o si fue debido a que algún alimento estaba contaminado por la misma. Y es que aún no hay ni informe preliminar por parte de Toxicología, que sigue trabajando para poder elaborar un informe definitivo para remitirlo al Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Guadaíra. De hecho, la Policía está a la espera de que la jueza instructora reciba este informe para practicar nuevas diligencias que le permitan averiguar lo ocurrido. De momento, los investigadores tienen previsto realizar una nueva inspección del piso donde residía la familia, después de que la magistrada haya ordenado que se proceda a su limpieza. Asimismo, el pasado viernes el juzgado tomó declaración a la hija menor del matrimonio, la única que sobrevivió. La menor confirmó que esa noche cenó otros alimentos distintos a su familia, que comió pescado en adobo y flamenquines, y ella un bocadillo de jamón. La chica estuvo ausente de la vivienda justo antes de la cena, por lo que no pudo ofrecer muchos más datos salvo que no fue un crimen. Por su parte, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, insistió ayer en que las distintas líneas de investigación “no están cerradas” todavía y pidió “prudencia” a la hora de realizar manifestaciones sobre el origen de los fallecimientos, aún sin determinar. Crespo señaló que “lo más prudente es esperar” al resultado del informe definitivo y no aventurarse sobre ninguna hipótesis porque, tal y como ha recordado, desde que se conoció públicamente la muerte de esta familia se ha “elucubrado mucho” con supuestas líneas de investigación por parte de los medios de comunicación, que después han resultado no ser “correctas”.

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