La Unión Europea condenó ayer la detención de ocho empleados de la Embajada británica en Teherán, de los que cuatro fueron liberados ayer, y pidió el cese del acoso a personas diplomático europeo en la República Islámica. Los arrestos son una "forma inaceptable de intimidación y acoso", dijo el ministro británico de Exteriores, David Miliband, en una reunión informal de ministros de Exteriores de la UE en la isla griega de Corfú.
Tras la reunión informal de ayer, el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, instó a las autoridades iraníes a que "no permitan este acoso y amenazas a personal de la Unión Europea en las embajadas europeas en Irán".
"Los británicos son los que más lo han sufrido. Expresamos nuestra preocupación por la situación general. Respetamos la soberanía de Irán y de las autoridades iraníes pero también pedimos el respeto a la libertas de expresión y manifestación del pueblo iraní", dijo el ministro español.
Por su parte, el líder supremo de la revolución iraní, ayatolá Ali Jamenei, reiteró ayer sus críticas a los países occidentales, a los que acusó de querer inmiscuirse en los asuntos internos de Irán. En declaraciones divulgadas por la prensa local, la máxima autoridad de Irán incluso llegó a tildar de "idiotas" a algunos dirigentes occidentales.
"Algunos responsables estadounidenses y europeos, con sus palabras idiotas sobre Irán, hablan como si ellos mismos no tuvieran problemas y que sólo Irán es el tema", explicó. Irán es escenario de protestas y disturbios desde que hace dos semanas se conocieran los resultados de los comicios presidenciales, que la oposición ha denunciando como fraudulentos. En la represión han muerto al menos una veintena de personas.
