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Irlanda convocará otro referéndum para aprobar el Tratado de Lisboa

Los socios de la Unión Europea llegaron ayer a un acuerdo con el Gobierno irlandés para que pueda convocar de nuevo un referéndum el próximo octubre que permita la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, del que depende la reforma de las instituciones comunitarias.

el 16 sep 2009 / 04:31 h.

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Los socios de la Unión Europea llegaron ayer a un acuerdo con el Gobierno irlandés para que pueda convocar de nuevo un referéndum el próximo octubre que permita la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, del que depende la reforma de las instituciones comunitarias.

El acuerdo ofrece una serie de garantías destinadas a disipar los temores expresados por los irlandeses hace un año respecto al impacto que pudiera tener el nuevo tratado en cuestiones tales como la neutralidad de la isla, su ventajoso régimen fiscal, la prohibición del aborto o la protección de los derechos laborales.

Como exigía Dublín, para acallar a los adversarios internos de la repetición de la consulta, las garantías tendrán la forma de un protocolo, con la misma fuerza jurídica del tratado que se pretende ratificar.

Pero dicho protocolo no será añadido al Tratado de Lisboa hasta que tenga lugar la adhesión a la UE de un nuevo estado miembro, no habrá pues una negociación separada. En ese momento (adhesión de Croacia o tal vez de Islandia) se aprovechará la ratificación del correspondiente tratado de adhesión para adosar el protocolo irlandés. Esta fórmula aleja el peligro de que se reabra el debate interno sobre el Tratado de Lisboa en aquellos países que lo han ratificado ya o que se encuentran en vías de hacerlo, como el Reino Unido, la República Checa y Polonia.

El presidente de turno de la UE, el checo Jan Fischer, aseguró al final de la cumbre que el acuerdo contiene "todas las seguridades que los irlandeses necesitan". "Confío en que permita el triunfo del sí'", recalcó Fischer. La ratificación irlandesa desbloquearía la entrada en vigor del nuevo tratado y aportaría a la UE la "necesaria estabilidad institucional", destacó el primer ministro checo.

Desde 2005, año en que fue rechazada en Francia y Holanda la Constitución europea, los gobiernos de la UE tratan infructuosamente de poner en marcha las reformas institucionales diseñadas para acomodar la Unión a 27 estados miembros. De la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, que sustituyó a la Constitución, dependen entre otras cosas la formación de la nueva Comisión Europea, la composición final del Parlamento recién elegido y el nombramiento de un presidente estable.

El texto aprobado ayer deja claro que las "aclaraciones" que se ofrecen al pueblo irlandés son "plenamente compatibles con el Tratado de Lisboa" y por ello "no requieren volver a ratificar dicho tratado" en los demás estados miembros. Los líderes afirman igualmente que el "único propósito" del protocolo concedido a Irlanda es "proporcionar pleno estatuto de tratado a las aclaraciones" acordadas para tranquilizar al pueblo irlandés.

El protocolo "aclara, pero no cambia ni el contenido ni la aplicación del Tratado de Lisboa", advierten las conclusiones de la cumbre.

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