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Isinbáyeva vive en el cielo

La rusa Yelena Isinbáyeva ha inscrito hoy su nombre en el selecto grupo de estrellas de Pekín, donde revalidó el oro olímpico y batió por enésima vez el récord del mundo de pértiga para situarlo en 5,05 metros, muy cerca del cielo.

el 15 sep 2009 / 10:07 h.

La rusa Yelena Isinbáyeva ha inscrito hoy su nombre en el selecto grupo de estrellas de Pekín, donde revalidó el oro olímpico y batió por enésima vez el récord del mundo de pértiga para situarlo en 5,05 metros, muy cerca del cielo.

La jornada fue igualmente memorable para Irving Saladino, campeón de salto de longitud, que dio el primer oro olímpico de su historia a Panamá y desoladora para China, cuyo gran ídolo Liu Xiang se retiró inesperadamente de la prueba de los 110 metros vallas por lesión y sumió en la más absoluta tristeza a sus compatriotas.

La progresión de Isinbáyeva es sencillamente espectacular. La saltadora de Volvogrado ha acumulado a sus 26 años diez medallas de oro en grandes campeonatos y ha batido el récord del mundo en 24 ocasiones. Es la única mujer que ha superado los cinco metros. Sólo hay un parangón, el ucraniano Sergey Bubka, todavía y por mucho tiempo plusmarquista mundial de la misma prueba.

Miles de panameños celebraron hoy en las calles la gesta de Saladino, el absoluto dominador del salto de longitud en la actualidad y que ha conseguido que el himno de su país suene por primera vez en unos Juegos Olímpicos.

Los 8,34 metros, muy discretos para su nivel, fueron sin embargo suficientes para que el atleta de 25 años de Colón se asegurara el oro.

La primacía de Kenia en los 3.000 metros obstáculos es incontestable. Brimin Kipruto obtuvo para su país la séptima medalla de oro olímpica consecutiva en con un tiempo de 8:10.34.

Los éxitos hoy de Kenia continuaron con Pamela Jelimo, una atleta de 18 años, que se adjudicó los 800 metros para convertirse en la primera mujer de su país que gana el oro olímpico en una prueba de pista.

China llora hoy la ausencia de su mayor ídolo junto con el baloncestista Yao Ming. Se trata de Liu Xiang, campeón en Atenas de los 110 metros vallas y que hoy se vio obligado a abandonar por una lesión. El camino queda expedito para el cubano Dyron Robles aunque los aficionados se perderán uno de los duelos más esperados.

La final de fútbol femenino será el jueves una repetición de la de Atenas y la posibilidad de que las brasileñas se venguen de las estadounidenses, que en la capital griega se impusieron en la prórroga por 2-1.

Estados Unidos, después del fiasco de hace cuatro años en Atenas, ha venido a Pekín con un genuino 'Dream Team' de baloncesto. Sus victorias hasta ahora habían sido holgadas, pero hoy destrozaron por un escandaloso 106-57 a una Alemania de capa caída y que asistió a la despedida de su gran estrella, Dirk Nowitzki. La próxima víctima en cuartos de final será Australia.

España, campeona del mundo, doblegó también con mucha superioridad a Angola por 98-50 y ahora espera a Croacia en cuartos.

Argentina derrotó 91-79 a Rusia, sorprendente eliminada en esta primera fase, y la defensora del título olímpico se medirá ahora a Grecia. Lituania y China dirimirán la otra plaza para semifinales.

En la competición por aparatos de gimnasia, la china He Kexin en asimétricas, el polaco Leszek Blanik en salto y el chino Chen Yibing en anillas se proclamaron campeones olímpicos, los dos primeros pese a empatar a puntuación con sendos rivales y tras ser favorecidos por los complejos criterios de desempate de la Federación Internacional.

La polémica ha salpicado la competición de vela, concretamente la clase 49er, en la que se han proclamado oficialmente hoy campeones los daneses Jonas Warrer y Martin Ibsen, pese a que compitieron el domingo en la última regata con el barco de Croacia después de que se hubiera roto el mástil del suyo.

Los españoles Iker Martínez y Xabier Fernández, plata finalmente, protestaron inútilmente ante el Jurado Internacional de la competición de vela, que en una decisión un tanto discutible consideran que el cambio de embarcación no había supuesto una ventaja durante la regata.

China ya acumula 39 oros por 22 de Estados Unidos. Se antoja que sólo un milagro podrá impedir que los anfitriones acaben con la tradicional supremacía de los norteamericanos.

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