Isla Mágica, el parque de ocio de Sevilla e icono turístico de la ciudad, puede estar a punto de despejar su futuro definitivamente si concluye positivamente el plan de salvación diseñado por sus actuales propietarios: la Junta de Andalucía, Agesa y Cajasol. La ampliación de la concesión medio siglo más, junto a una rebaja del canon actual y la posibilidad ya despejada de que los nuevos propietarios puedan destinar parte del espacio del parque a inversiones rentables como oficinas, hoteles o comercios deben hacer posible el milagro. La adjudicación se hará por concurso público aunque ya hay varias empresas de renombre que han mostrado su interés por la gestión del Parque durante las próximas décadas. Con el esfuerzo de todos las negociaciones deberían culminar de forma positiva. No sería nada bueno para Sevilla perder a estas alturas una marca que es el soporte económico de un buen número de familias sevillanas. Isla Mágica, además, genera también riqueza e importantes ingresos para la ciudad y es un elemento de reclamo en numerosos paquetes turísticos. Gracias al nuevo plan diseñado para la zona se lograría además dinamizar económicamente un espacio urbano de gran valor para la ciudad con nuevas ofertas y más atractivas. La apertura permanente del parque, superando la estacionalidad, deben incidir en lograr una mayor rentabilidad que haga viable el proyecto. Aunque no se puede ocultar que antes de rematarse las negociaciones es necesario atar algunos cabos que las enrarecen. ¿Cuánto costará a los nuevos propietarios que se adjudiquen Isla Mágica en ese concurso público la rescisión anticipada del contrato y las indemnizaciones que reclamen los dueños actuales? ¿Serán capaces de hacer frente a la deuda por impago del canon anual que arrastra la entidad? ¿Podrán soportar un alquiler anual como el vigente si al final no se firma una fuerte reducción del mismo? Son preguntas que deberían solventarse con cierta facilidad en una negociación flexible sobre la que todas las partes aseguran, de momento, estar de acuerdo. El objetivo bien se lo merece. Isla Mágica ya forma parte de Sevilla y sus actuales gestores siempre han velado por el interés de la ciudad.
