Juan Manuel Sánchez Gordillo, líder de CUT. / EFE
El alcalde de Marinaleda y diputado autonómico de IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, tiene hasta el próximo martes 11 de noviembre para decidir si abandona el Parlamento para seguir como regidor en su Ayuntamiento, o si deja la casa consistorial de su pueblo para quedarse en la Cámara regional. Sánchez Gordillo es uno de los siete parlamentarios afectados por la sentencia del Tribunal Constitucional que establece la incompatibilidad del cargo de alcalde y diputado, recogida en la Ley Electoral andaluza. Los otros seis diputados alcaldes son del PP, cinco ya han firmado la renuncia a sus escaños, y una, la aún alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, ha optado por quedarse en el Parlamento. Sánchez Gordillo no ha anunciado aún qué hará, y su grupo parlamentario asegura que lo desconoce.
Pero el portavoz José Antonio Castro ha explicado esta mañana que existe la posibilidad de que Sánchez Gordillo siga en el Ayuntamiento de Marinaleda como concejal, teniente de alcalde o segundo teniente de alcalde y además conserve su escaño. Legalmente podría compaginar ambos cargos, pero políticamente su grupo no lo vería con buenos ojos, porque sería una especie de triquiñuela para esquivar la incompatibilidad. Además los estatutos de IU lo impiden. Ustedes saben la legalidad interna de IU, que en el caso de Sánchez Gordillo no ha tenido mucho éxito, ha admitido Castro.
El portavoz parlamentario ha recordado que su compañero está aún convaleciente de una reciente operación y ha insistido en que, en todo caso, no es una decisión de partido, sino personal. Castro concluye que si, al final, Sánchez Gordillo sigue en el Parlamento y mantiene un puesto secundario en su Ayuntamiento, esto no tiene por qué ser un descrédito para el grupo parlamentario.
