Valderas y al fondo Maíllo La ejecutiva de IU, reunida por primera vez el pasado viernes, ha tomado conciencia de las turbulencias que va a provocar en el Gobierno andaluz la renuncia del presidente José Antonio Griñán y la llegada de su relevo, la consejera de Presidencia y candidata única de los socialistas a las autonómicas, Susana Díaz. Después de tantear a sus socios del PSOE, la federación de izquierdas se prepara para un calendario político inminente, que constaría de los siguientes pasos: Griñán dimitirá antes de que se empiecen a negociar los próximos presupuestos en septiembre, a más tardar; Díaz será investida presidenta de la Junta en el Parlamento con los votos de IU, y acto seguido (como han hecho todos sus antecesores en la misma situación) hará una crisis de Gobierno para rodearse de personas de su confianza. IU prevé que saldrán hasta cuatro consejeros del entorno más próximo de Griñán, y que la nueva presidenta aprovechará para dejar atrás a todos los que se han visto salpicados por el escándalo de los ERE, entre ellos la titular de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo. La federación se ha preparado para el otoño más caliente, a sabiendas, claro, de que Griñán es imprevisible. Ante este escenario, ¿qué papel jugará el socio de Gobierno? Desde la dirección advierten de que IU no volverá a ser el convidado de piedra ante posibles golpes de timón en la Junta. Los socios siguen molestos por la inesperada renuncia de Griñán, de la que se enteraron la noche antes de que lo hiciera público en el Debate del Estado de la Comunidad. La coalición no pondrá objeciones a los nombres de consejeros que Díaz ponga o quite, pero pondrá condiciones a la investidura si opta por incluir modificaciones a la hoja de ruta pactada hace año y medio con IU. No vamos a dar carta blanca. Cualquier modificación, novedad o apuesta política que Díaz quiera introducir en el Gobierno deberá ser pactada antes con nosotros, advierten fuentes de la dirección. La coalición que dirige Antonio Maíllo no quiere más sorpresas y espera que la sustituta de Griñán negocie con ellos cualquier propuesta nueva en el marco de la comisión de seguimiento del pacto. Por lo demás, IU mantendrá a sus tres consejeros hasta que termine la legislatura. En las últimas semanas, voces críticas dentro de la coalición se han quejado de que los socios de Gobierno hayan andado despistados, ajenos al debate de la sucesión del presidente, de las críticas que éste lanzó a la nueva dirección de IU y del escenario de un posible adelanto electoral que el PSOE está preparando. Una cosa es estar al margen de las decisiones internas del PSOE y otra distinta es quedarse de brazos cruzados mientras cambian al presidente y al Gobierno, acortan la legislatura y además nos dicen que es por si acaso los comunistas se vuelven radicales de la noche a la mañana, relata un miembro de la vieja guardia. La última decisión de la ejecutiva viene justo a taponar ese vacío de acción, para mostrarse más proactivos ante sus socios. El capítulo que IU sigue rechazando, en este otoño caliente que se avecina, es el del adelanto electoral. A la coalición no le preocupa que se precipiten las autonómicas el consejero de Turismo admite incluso que les interesaría pero la prioridad es agotar la legislatura. Las medidas más significativas y de más resonancia de la Junta el decreto antidesahucios, la ley contra la exclusión social se asocian en la calle a la presencia de IU en el Ejecutivo. Los andaluces identifican esas políticas con nosotros. Mientras más tiempo tengamos para hacer políticas de izquierda, mejor para IU en Andalucía y mejor para el proyecto federal de Cayo Lara, argumentan. Además la coalición no cree que al PSOE le convenga precipitar las elecciones. Piensan que Díaz aún necesita tiempo para darse a conocer y para distanciarse del pasado de los ERE. Ahora mismo nadie disociaría un adelanto electoral con los ERE. Se vería como una causa-efecto, explica un miembro de la ejecutiva, aunque reconoce que la sucesora de Griñán saldrá muy fortalecida si hace una crisis de Gobierno y deja atrás el asunto de los ERE. Lo que sí podría precipitar las autonómicas sería la imposibilidad de aprobar los próximos presupuestos, en caso de que el Estado imponga a Andalucía un límite muy estricto en el gasto público. Si el Ministerio de Hacienda aprieta mucho la Junta espera recibir un déficit al menos del 1,5% del PIB, por encima de la media de las comunidades (1,3%) IU no descarta que no puedan aprobarse los presupuestos de 2014 antes del 31 de diciembre, y tengan que prorrogarse los de este año (como hizo Cataluña en el presente ejercicio). A estas alturas, PSOE e IU todavía no han empezado a discutir las cuentas andaluzas porque ni se conoce aún el límite de déficit ni los fondos europeos que recibirá España, por tanto aún no hay envolvente financiera. Sin presupuestos, y ante el riesgo de que el Gobierno amague con intervenir Andalucía, Díaz se vería legitimada para adelantar elecciones. Si se llega a ese extremo no habrá distanciamiento entre PSOE e IU. Nuestra prioridad en ese escenario es la misma: mantener la sanidad y la educación públicas, insisten.