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Jaque al pacto por el empleo en Sevilla pese a sus 91.000 parados

Tras tres meses de negociaciones, el PP rechaza las medidas para activar la economía del PSOE. Bueno reitera la falta de competencias en esa materia, mientras que Espadas critica “el silencio” del alcalde.

el 01 abr 2013 / 23:06 h.

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Tras cerca de tres meses mareando la perdiz, edulcorados de reuniones a tres bandas entre PP, PSOE e IU y giras de los dos primeros con los agentes sociales y económicos que tanto demandan con urgencia una solución frente al paro, el tantas veces pregonado pacto por el empleo encalló ayer definitivamente. Lo hizo en un Pleno en el que se plasmó una vez más que el Gobierno local y la oposición son incapaces de sellar un acuerdo aunque sea para mitigar, en parte, los 91.000 parados que hay en la ciudad. Después de tanto hablar, ayer se retrocedía al primer debate cuando, en diciembre de 2011, se celebró un pleno monográfico sobre empleo: la oposición, con PSOE e IU de la mano, exigiendo un plan de choque que denegaba el PP, escudándose primero en su falta de competencias y, después, indicando que en sus presupuestos estaban enfocados en reactivar la economía. De empleo habló Juan Bueno –en el centro–, mientras que el alcalde guardó silencio. De empleo habló Juan Bueno –en el centro–, mientras que el alcalde guardó silencio // J.M. Espino (Atese) Esa parálisis se plasmó una vez más ayer, cuando el PP se valió de su mayoría para tumbar la moción del PSOE, en la que llevaba a votación su propuesta de plan de empleo, que consistía en la creación de 3.600 puestos de trabajos para parados mayores de 35 años mediante la concesión, por parte del Ayuntamiento, de ayudas, incentivos y bonificaciones fiscales, que supondrían un coste a las arcas municipales de diez millones de euros –y cuatro más indirectos que se perderían de la recaudación de los tributos de 2014–. Una propuesta que, al menos en las reuniones desarrolladas a nivel técnico semanas atrás, estaba siendo estudiada por el Gobierno local, que había mostrado cierto interés en acciones tales como la rebaja de la presión fiscal para las empresas.   Ese interés no se fraguó en una nueva reunión y, por eso, el portavoz socialista, Juan Espadas, decidió el hecho de elevar su plan de choque al pleno, como la última carta para desatascar estos dimes y diretes. Encontró el apoyo de IU, pero no así el del PP, que ni siquiera rebatió con una alternativa o contraoferta esgrimiendo su propio plan de empleo, que presentó hace mes y medio y que hablaba de generar 46.000 empleos partiendo del desbloqueo de grandes proyectos (Gavidia, Ikea, Altadis, dragado del río,...) con la condición sine qua non de que otras administraciones, dícese el Estado y principalmente la Junta, echaran un cable. Ese plan se quedó en una mención por parte del portavoz del PP, Juan Bueno, que defendió que con esa iniciativa el Consistorio invertiría 70 millones en un tiempo y plazos no determinados. El PP blandió un razonamiento que no es nuevo: el Ayuntamiento no es competente en materia de empleo, ya que para eso está la Junta de Andalucía; a la par que argumenta que la hoja de ruta de los presupuestos de 2013 está encaminada principalmente a la generación de empleo. Tampoco cerró la puerta a seguir buscando fórmulas para plasmar por escrito ese pacto por el empleo, aunque el rechazo a las tres medidas planteadas por el PSOE deja poco margen de maniobra en consensuar un documento de trabajo que no sea acatar sin añadidos el plan de empleo prediseñado por el PP. Aparte de ese punto de interés, Bueno no desaprovechó la oportunidad para atacar a la oposición. A IU, por ejemplo, le acusó de haberse levantado de la mesa de negociación –de la que se marchó al ver que no aceptaban su plan de choque basado en la contratación directa del Consistorio a parados de larga duración–. Para el PSOE sacó a relucir el caso de los ERE que salpica a la Junta para defender que este partido no puede dar lecciones en materia de empleo. Mientras, Espadas vio frustrado su enésimo intento de amarrar un plan de choque por el empleo. El último rechazo plenario le dificulta a la hora de mantener las conversaciones con el Gobierno local, a no ser que haya sobre la mesa propuestas concretas o sea el alcalde, Juan Ignacio Zoido, quien asuma las riendas de unas negociaciones que están en el dique seco. Precisamente, Espadas recriminó “el silencio” de Zoido en ese punto –no intervino en el debate–, recordándole que se promocionó en las elecciones municipales como “el alcalde del empleo”. A su vez, avanzó la que será su nueva vía de acción: a la vista de que las peticiones de su partido para reclamar un plan de choque no fructifican, buscará que sea la ciudadanía la que exija esas medidas al alcalde. La manera no se ha concretado, pero ese guante ya está echado.

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