No por repetido, este cántico, su mensaje, ha perdido un ápice de fuerza. Y así lo demuestra la afición sevillista, dado lo caro que pone el dedicárselo a algún jugador. Surgió allá por los tiempos de la economía de guerra (¡qué poca memoria la de los sevillistas, cegados ahora por los oropeles del éxito!) con el insigne Pablo Alfaro, que aportó la garra, la entrega y el compromiso con unos colores, factores imprescindibles en los orígenes de la metamorfosis rojiblanca.
Pero, en los años en los que el Sevilla rompió en grande, los años de los títulos, surgió una figura que dio a los de Nervión la capacidad, la jerarquía y la fuerza -a veces excesiva- que un equipo necesita en defensa para ser campeón. Marca (11-5-2006, día después a la 1ª UEFA ante el Middlesbrough): "Javi Navarro. El gran capitán. Con la marcha de Pablo Alfaro ha tomado las riendas del equipo dentro y fuera del césped. Hace buenos a los que juegan a su lado en defensa y es la referencia atrás.
El central fue el líder indiscutible del equipo campeón". Mundo Deportivo (26-8-2006, tras la Supercopa de Europa ante el Barça): "Infranqueable. El capitán del Sevilla se empleó con la contundencia que le caracteriza y se convirtió en una muralla inabordable para los delanteros del Barça". El Correo de Andalucía (17-5-2007, 2ª UEFA ante el Español): "Concentrado. Dio seguridad al equipo en defensa. Uno de los mejores." Por todo esto y mucho más, Javi, eres el líder del Sevilla, y siempre lo serás. Hoy tu equipo te necesita por última vez. Sólo una mirada, un gesto, una palabra a los once gladiadores que saltarán al césped. Sólo algo de ti.
Porque hoy volverás a ser el líder del Sevilla y conseguirás tu último triunfo, tan necesario para acabar en ese tercer puesto. Por eso, Javi, seguro que esta noche te cantan esa verdad por última vez, para que el grito de tu afición reverbere para siempre en tu corazón. "Javi Navarro es nuestro líder".
