La temporada de Jesús Navas está siendo realmente espectacular hasta el momento, pero su partido en Mallorca fue un paso más en su crecimiento como jugador y en su camino hacia el Mundial, competición que cada día que pasa tiene más cerca, si no la tiene asegurada ya. En el Ono Estadi el canterano no sólo marcó su tercer tanto de la temporada, sino que además dio una asistencia de gol, la octava de la temporada –es decir, que comparte liderato en la Liga en este aspecto con Messi, con ocho pases de gol–, y provocó la falta que dio origen al segundo tanto de su equipo.
Más allá de eso, fue el máximo rematador del partido, con tres intentos, uno de ellos acertado, el futbolista que más faltas recibió, cuatro, robó seis balones, más que algunos defensas del Mallorca y que, por ejemplo, los centrocampistas nervionenses juntos (Zokora sumó tres recuperaciones y Duscher una), y estuvo omnipresente en su banda, tanto en ataque como en defensa.
Su exhibición está más que refrendada por los increíbles números que presenta esta campaña, que ya es la mejor de su vida en el aspecto goleador. Ha marcado ocho goles en toda la temporada, tres en la Liga, tres en la Copa del Rey y dos en la Liga de Campeones, por el momento. Esa cifra total nunca la ha superado, aunque sí ha llegado a marcar cuatro tantos en la Liga (en la 2007/08 y en la 2008/09).
Además, es el máximo asistente del campeonato junto con Messi, como ha quedado referido; el jugador que más centros realiza desde la banda derecha (146); uno de los que más balones al área envía (165 lleva); también está entre los cinco jugadores que más jugadas en el área realizan (33); y entre los diez que más faltas reciben (55). A eso hay que sumar que es el futbolista que más tarjetas amarillas provoca (18) y que ha mejorado mucho en su faceta rematadora: acumula 42 y está, sin ser delantero, entre los 25 jugadores que más lo intentan en la categoría.
En definitiva, unos números que confirman que estamos ante el mejor Navas de su trayectoria y ante uno de los mejores jugadores de la Liga. A este ritmo, también lo será del Mundial.
