Su futuro y su presente ha sido uno de los mayores debates forjados en el sevillismo en los últimos tiempo, un debate que al final ha sido aplacado con números, si bien los últimos resultados en el Sánchez Pizjuán en 2009 ha vuelto a reactivarlo en cierto modo.
El año comenzó bien para el Sevilla y para el de Arahal, pues las eliminatorias coperas ante el Deportivo y el Valencia demostraron algo que hasta el momento había sido un lastre enorme para el técnico, la superación de eliminatorias importantes.
Lo fue la del Deportivo y, sobre todo, lo fue la del Valencia en cuartos de final. Parecía haberse ganado la confianza Jiménez, con el equipo en puestos de Liga de Campeones y en la semifinal de Copa ante un rival asequible, el Athletic de Bilbao.
Pero llegó el partido de San Mamés, y a partir de ahí los peores meses del entrenador nervionense.
Con la bochornosa derrota en San Mamés los fantasmas volvieron a atacar al Sevilla y, sobre todo, a su entrenador.
Con la final al alcance, y la decepcionante forma de ser apeado en la semifinal, con claros fallos técnicos en el planteamiento, Jiménez volvió a copar el centro del debate en el sevillismo, debate que alcanzó su máxima expresión pública el 26 de abril, con la derrota ante el Real Madrid de Juande Ramos en el Sánchez Pizjuán.
Tras el partido, 2-4, la afición sevillista se volvió contra su entrenador, empezó a entonar cánticos de desacuerdo con su trabajo y lo puso en la picota. Tanto, que en la semana siguiente, la semana de la Feria, llegó a estar virtualmente fuera del club.
José María del Nido realizó unas declaraciones en el Real que dejaban claro que no se podía ignorar la opinión de la grada y que ésta había dejado claro su parecer sobre la continuidad del técnico.
En aquella fecha, el convencimiento del consejo sobre la marcha del técnico era bastante firme, pero las cosas cambiaron.
El Sevilla completó un gran tramo final de temporada y se metió en la Liga de Campeones como tercero y de forma directa tras vencer al Deportivo en casa en la penúltima jornada.
No hubo demasiado tiempo para el debate, porque el club confirmó la renovación de Jiménez de inmediato, renovación que acabó con el debate momentáneamente, hasta la primera jornada de Liga.
La derrota en Valencia volvió a resucitar unos fantasmas que desaparecieron en las siguientes jornadas con la buena marcha y con el buen juego del Sevilla. Hasta ahora. En 2010, seguro que habrá más debate.
