La receta que trae bajo el brazo el norteamericano John Axelrod, recién nombrado nuevo director artístico y titular de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) tiene muchos ingredientes modestos y entraña, en principio, poca dificultad. "Lo primero que debo hacer es escuchar a los músicos, aprender de ellos y poco a poco convertirme en sevillano", ha asegurado esta mañana en un encuentro con los medios de comunicación, sólo un rato antes de ser ovacionado por los profesores de la Sinfónica al acudir a saludarlos.
Axelrod ha insistido en la declaración de intenciones y en el detalle de los proyectos cuya presentación le llevaron a ser el designado finalmente como nuevo responsable del conjunto. Sin entrar en excesivos detalles, el director ha esgrimido la necesidad de crear la figura del 'compositor residente' y ha propuesto un ciclo sobre Beethoven y otro sobre la figura del compositor y director de orquesta, Leonard Bernstein, de quien él es alumno, y cuyo centenario se conmemorará en 2018.
El nuevo maestro ha indicado que trabajará "mano a mano" con el equipo administrativo del Maestranza y también con el responsable del coliseo, Pedro Halffter, "con quien espera compartir cervezas y proyectos", deslizando incluso la posibilidad de que el madrileño acuda a la temporada de la ROSS como invitado y él a su vez, en el marco de un intercambio, baje al foso a dirigir algún título operístico.
Ha asegurado también que es pronto para hablar de giras y patrocinios, pero que las habrá y ya trabaja en ello, como también lo hace en la programación 15/16 de la orquesta. "No me han dado una fecha límite, pero estoy plenamente inmerso en su confección", afirmó. Sobre el repertorio, Axelrod, que calificó a la ROSS como "una de las cinco mejores orquestas españolas", dijo que su voluntad es "satisfacer todas las necesidades de la comunidad", y adelantó que estas pasan "no sólo por escuchar música clásica, también hay apetito de oír bandas sonoras, rock, jazz, música contemporánea". "El público de aquí no es muy diferente al de otras ciudades del mundo, y creanme si les digo que tiene muchos más intereses de los que presuponemos", confió.
