Jonathan Pereira posa con un paraguas verdiblanco.
-¿Qué tal en Sevilla?-Muy contento, es una ciudad muy bonita y hay una muy buena afición y un buen club.
-¿Se ha encontrado el Betis mejor o peor de lo que creía?
-La primera semana, cuando acabó el partido del Levante, no estaba muy contento, pero después de los cambios que hubo estoy muy contento.
-¿Tanto ha cambiado el ambiente con Víctor Fernández?
-Creo que sí. Desde fuera también se apreciará, y no sólo en la forma de jugar, que se ha notado mucho. Los jugadores hemos cambiado todos, como si se volviera a palpar las ganas de luchar hasta el final.
-¿Con Tapia estaba el equipo tan apagado como parecía?
-Sólo puedo hablar del partido del Levante, y me lo pareció. El partido no fue nada bueno y lo que sentía la gente en el vestuario era completamente distinto a lo que hay ahora. Ahora hay muchísima más felicidad y ganas de luchar.
-¿Qué pensó después de aquel partido? ¿Quizá algo así como ‘dónde me he metido'?
-Sí, pensé ‘como todo sea así, va a ser muy complicado'. Por eso después de los cambios estoy muy a gusto y muy contento.
-¿Fue duro volver a Segunda?
-La verdad es que no. En Villarreal veía que no jugaba ni al parchís y sabía que tenía que jugar. Soy joven y lo importante es tener partidos, y más cuando te viene una oferta así. Habría sido de locos no aceptarla y quedarme en la grada seis meses más.
-¿Tanto tirón tiene el Betis como para preferirlo al Celta, el equipo de su tierra?
-El Betis es un grande de España que además lucha por el ascenso. El Celta, desgraciadamente, no está para eso, está más para intentar no bajar. Cualquier persona se decantaría por el Betis.
-Desde fuera, los rivales del Betis se extrañan de la situación del club. ¿Usted lo entiende ahora que está dentro?
-Hay calidad de sobra para estar entre los tres primeros, pero si no empiezas bien y no eres regular, como le ha pasado al Betis en la primera vuelta, lo acabas pagando. Pero jugadores hay de sobra. Ahora estamos mucho mejor, más a gusto con la filosofía que ha traído el entrenador.
-Usted dijo que el problema, además de físico, también era mental. ¿A qué se refería?
-A saber manejar los partidos. Hay que tener más cabeza en las segundas partes. Si sabes que el equipo está pegando un bajón, debes ser inteligente y jugar de otra manera. Los equipos importantes manejan eso y nosotros debemos aprender. Es lo que nos está inculcando el míster, aunque estamos yendo a más en cada partido. Ahora somos más equipo.
-¿Y cómo se arregla el problema físico del conjunto?
-El equipo no estaba acostumbrado a presionar tanto e ir a por el rival. Por eso hay que tener más cabeza, dosificarse y aguantar todo el partido igual.
-La clave de la mejoría del equipo es precisamente la razón de que se canse tanto, ¿no? Por la movilidad, la presión...
-Sí, el equipo sale desde el primer minuto muy encima del rival, a no dejarlo jugar, recuperar rápido y salir a toda hostia a atacar. Eso cansa, por eso hay que trabajar ese aspecto y mejorarlo.
-Usted viene de jugar cuatro ratos en el Villarreal y también ha llegado regular.
-No se crea. Físicamente estoy más o menos bien porque tengo bastante aguante. Ya noté mucho el cambio del día del Córdoba al del Hércules. Lo que sí me falta es la chispa que suelo tener. Espero cogerla cuanto antes, para mis cualidades es muy necesaria.
-¿Los resbalones del otro día son fruto de haber jugado poco?
-Son fruto de ponerme unos tacos equivocados (ríe). Ya los he cambiado, no puede ser que me resbale tanto.
-¿Dónde está más cómodo?
-De delantero, que es donde más jugué, aunque en cualquier banda o de segundo punta también he jugado bastante.
-Ya ha estado en cuatro equipos y sólo tiene 22 años. ¿Le gustaría establecerse aquí?
-He firmado un contrato largo y es para cumplirlo. Además, estoy en un gran club y una gran ciudad, aunque quién sabe, en Villarreal también estaba a gusto.
-Por supuesto no querrá agotar el contrato en Segunda.
-Por supuesto, esperemos que el año que viene sea en Primera.
-¿Se marca algún objetivo en cuanto a goles?
-Qué va. Cuando era más joven sí lo hacía, pero ya he cambiado porque no juego tanto de delantero centro, ayudo en otras cosas y no me planteo cifras.
-Pero algo quedará de aquel Jonathan Pereira que marcó 50 goles con el filial del Villarreal en dos años, ¿no?
-Unos cuantos sí que metí, pero jugaba de delantero centro con David Fuster dándome pases. Desde luego puedo seguir jugando de delantero, es la posición en que más años me desenvolví.
-¿Se nota el cambio de Primera a Segunda?
-Sí, en Primera hay más calidad y la gente juega más con la cabeza. Cuesta pegar el cambio.
-¿Qué es lo peor de Segunda?
-Que hay mucha más guerra, menos calidad, más pelotazos...
-Y menos repercusión...
-Sí, no es lo mismo jugar cuatro partidos en Primera que veinte en Segunda, pero lo importante es que estoy en un equipo importante.
-¿Qué le llamó la atención de Manuel Ruiz de Lopera?
-Que siempre te desea lo mejor. Quiere mucho al Betis, sabe que eso conlleva que los jugadores den lo máximo y siempre viene a animar. Me sorprende.
-El club busca otro delantero. ¿Lo ve necesario?
-Yo creo que hay de sobra con los que estamos, pero si el entrenador considera que no es así será por algo, quizás porque hay que dosificar a la gente.
-Hablaba de su conexión con David Fuster. Luego formó tándem con Zigic. ¿Ha descubierto ya alguna afinidad con algún compañero en el Betis?
-Llevo dos partidos y espero que dentro de poco me empiece a asociar más con los compañeros. Los cuatro de arriba tienen mucha calidad y visión de juego. Hay muy buenos jugadores.
-¿Le ha sorprendido alguno en especial?
-Sí: Emana. Me ha sorprendido muchísimo, tiene mucha fuerza.
-Pues lo pierden en el último mes de Liga.
-Sí, es una putada porque es un jugador muy importante, pero si va a jugar un Mundial, mejor para él, aunque a nosotros no nos venga bien. De todas formas, hay gente para suplirlo.
-¿De verdad le gusta que lo apoden ‘Rata'?
-Me llamaban así cuando era pequeño en Vigo. Hace ya mucho que no me lo dicen, pero me da igual, estoy acostumbrado.
-¿Qué le ha sorprendido del Betis como institución?
-La afición. Todo el mundo por la calle te conoce y te anima, me sorprende que animen tanto. Y luego vas a otra ciudad y hay muchísima gente del Betis.
-Usted, además, viene de un club y una ciudad radicalmente diferentes.
-Pues sí, en Villarreal son 40.000 habitantes. También te conocen, pero lo viven de otra manera, son más tranquilos.
-¿Cómo es posible que el Villarreal, con tan poca masa social, esté donde está y que el Betis esté en Segunda?
-Porque el presidente ha invertido mucho dinero con mucha cabeza. El club es muy, muy serio, trabaja muchísimo con la cantera, cuida la cantera de una forma espectacular y esas cosas a la larga dan su fruto. Semifinal de Champions, segundo en la Liga... Todo eso es porque allí se trabaja muy bien.
