Deportes

Jornada de reflexión en Nervión

El Athletic de Marcelo Bielsa protagonizó un ejercicio de suficiencia ante el Sevilla, que tiene por mal endémico su filosofía.

el 20 nov 2011 / 22:12 h.

Un aficionado enarbola su bufanda.

Marcelino García Toral encarnó ayer el papel de político derrotado. De opositor sin avales. Se refugió en el silencio del césped y se ocultó bajo su elegante corbata roja. Solo el protagonismo de unas elecciones generales en un país fisurado relegó a un segundo plano el ejercicio de suficiencia que protagonizó un Athletic imperial. Con Llorente, Muniain, Ander Herrera, Javi Martínez y la ikurriña en el corazón, los leones regalaron un soberbio muestrario de virtudes. El Athletic propuso, exhibió y ejecutó. El Sevilla se acobardó y asumió el disfraz de diminuto aspirante a Europa. Su fútbol es una oda a la previsión y sus referentes, Kanouté, Negredo y Jesús Navas, se han sumido en una depresión balompédica. Ni generan, ni prometen. Una concatenación de defectos que desacredita el plan A.

Bielsa, con zapatillas de deporte, chandal y gafas de veterano de guerra, sonrió en el Sánchez Pizjuán. Ante un rival enjuto y enclenque y con el beneplácito de una afición dividida, el de Rosario abrazó la fe de un Athletic que, sin perder su esencia ni entregarse a los nuevos tiempos, hasta ofrece el bautismo sagrado a un chico de color negro natural de Barakaldo. Si José María Arrate, -dirigente en los años de bonanza y amante del núcleo duro de Ibaigane-, paseara por Lezama...

El mal endémico del Sevilla es su filosofía. Asumir que la defensa es la piedra angular del proyecto y renunciar a su testamento en la primera crisis de proporción sísmica es para dudar del orador que arenga desde el atril. El conjunto de Nervión es débil en la zaga, concede al rival regalos por doquier y ha condenado a Navas y Negredo a ser meros obreros. Y en ese statu quo se creen inermes, acomplejados y vulgares. Las estrellas necesitan sentir el aliento de la grada y el abrazo de los currantes a pie de césped. Es su vitamina para ejercer de cazadores insaciables.

Jornada de reflexión en Nervión. Marcelino anhela un voto de confianza para continuar con su proyecto y el electorado busca realidades. Los recortes son tabú. Exige políticas europeístas de primera calidad. Y no habrá segunda vuelta.


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