El PP de Sevilla anuncia una campaña larga. La provincia es su gran "asignatura pendiente", como admitió ayer el propio Javier Arenas quien presidió ayer un congreso que pretendía lanzar a un partido que gira en torno a dos figuras: José Luis Sanz y Juan Ignacio Zoido. Su candidatura obtuvo el 96% de los votos.
Esta unanimidad en torno a una única candidatura, lejos de los estigmas de las elecciones "a la bulgara", se ofrece en Sevilla como uno de los principales valores del partido frente a la "desunión, las rencillas y las heridas que no se resuelven en el seno del PSOE". En un congreso distendido, en el que votaron 900 militantes, los populares presumían en los pasillos y en sus intervenciones públicas del unánime respaldo a Sanz frente a los problema que atraviesan los socialistas desde hace años, agravados desde las últimas elecciones municipales. "Se han dedicado a trasladar la pelea de su partido a las instituciones. Se han dedicado a cesar a perasonas y a defender sus puestos frente a los intereses ciudadanos", apuntó el ex presidente del PP Ricardo Tarno. Zoido hurgó en la misma herida: "Otros se dedican a profundizar en sus viejas rencillas en vez de resolver los problemas ciudadanos".
El PP anuncia desde hace meses un despliegue político y electoral en Sevilla. Las cuentas no le salen a los populares si se mantiene la abismal distancia que les separa del PSOE en todos los procesos electorales, especialmente las elecciones autonómicas. "Ésta es nuestra gran asignatura pendiente. Estamos a ocho escaños de la mayoría absoluta en Andalucía, y de éstos, cinco están en Sevilla", apuntó el presidente de los populares, Javier Arenas.
Él, como el resto de dirigentes y el comité organizador del congreso, tenían un objetivo: que la calma de un congreso sin desavenencias públicas -sólo hubo un amago de candidatura alternativa protagonizado por Joaquín Peña, autor de una enmienda técnica a la ponencia política de Zoido- no rebajase la tensión que el partido pretende producir en sus militantes ante una campaña de tres años para una remontada "muy dificil", como admitían los propios dirigentes populares.
Esta larga campaña se articula en torno a José Luis Sanz. Por dos motivos: es un estrecho colaborador de Javier Arenas y ha conseguido vencer en un feudo socialista, como Tomares, que puede servir de vía de acceso al área metropolitana, el gran objetivo electoral de los populares para 2011 y 2012.
"Tenemos poco tiempo para felicitarnos. Enseguida empieza la cuenta atrás. Este congreso es el inicio del cambio político en Andalucía, que debe empezar por Sevilla". Fue el cierre de la intervención de Sanz, quien tiene en Juan Ignacio Zoido y en su equipo su gran referente. De hecho, de los cuatro principales cargos del partido tras este congreso, tres son concejales del Ayuntamiento: el propio Zoido, como vicepresidente, Juan Bueno y el edil Beltrán Pérez.
Tal vez por esta estrecha relación, Sanz empleó ayer un recurso ya utilizado por Zoido en algunas de sus comparecencias estratégicas. Lanzar ofertas de pactos políticos al PSOE. Cinco en este caso, dirigidas al secretario provincial, José Antonio Viera: en empleo, educación, vivienda, sanidad e infraestructuras.
