José Tomás, que reapareció en Granada tras el grave percance sufrido en Jerez, cortó tres orejas y un rabo tras mostrarse por encima de un deslucido lote de Núñez del Cuvillo, según Burladero.com. La primera oreja para Tomás cayó en el segundo, un animal al que le faltó raza y empuje. El diestro recibió al toro intercalando verónicas con chicuelinas y quitó por faroles. Comenzó en los medios, pero el toro cada vez acortó más el recorrido. El astado, aplomado casi, fue sometido por Tomás, que apostó por acortar las distancias y terminó muy por encima del deslucido animal. Falló con la espada pero cortó oreja.
Su segundo resultó deslucido en las telas pero se empleó en el caballo. Quitó por gaoneras. Tomás le fue administrando los tiempos y consiguió sacarle los muletazos de uno en uno. Con temple y profundidad, aunque saliendo el toro desentendido y buscando tablas. Dando todas las ventajas Tomás, terminó la faena en tablas y enterró la espada al primer intento paseando un generoso rabo.
Daniel Luque cuajó una gran faena al tercero, con gran temple, empaque y gusto. El torero se fue creciendo y el trasteo terminó a más toreando Luque muy bien por ambos pitones. Remató de una gran estocada, la mejor de la feria hasta el momento. El sexto fue un toro que se apagó pronto y con el que Luque quiso redondear su tarde por todos los medios. Quizá por eso alargó en exceso el trasteo.
Finito de Córdoba anduvo templado por el pitón derecho ante un toro noble y repetidor que hizo primero, sobrero de la divisa titular. Falló con la espada y perdió la oreja. Con el cuarto firmó una faena de más a menos que tuvo una primera tanda interesante, templada y acompasada por el lado derecho. Consiguió una oreja.
