Cultura

José Tomás y Barrera cortan oreja en Albacete

José Tomás y Vicente Barrera cortaron una oreja cada uno en la corrida de toros celebrada en Albacete, donde tomó la alternativa Juan Luis Rodríguez.

el 16 sep 2009 / 08:34 h.

José Tomás y Vicente Barrera cortaron una oreja cada uno en la corrida de toros celebrada en Albacete, donde tomó la alternativa Juan Luis Rodríguez. El albaceteño dio una buena dimensión con sus dos toros y perdió la Puerta Grande por el mal uso de los aceros. Todo ello con una corrida de Las Ramblas manejable en conjunto aunque venida a menos, con poca duración en el último tercio.

El de Galapagar se las vio en primer lugar con un toro basto de hechuras y muy veleto. Sin poder lucirse de salida, quitó mejor por delantales. Comenzó la faena por estatuarios en los medios de la plaza en una faena en la que el torero dominó el espacio y el tiempo, dando mucha distancia entre tanda y tanda a un ejemplar de embestida descompuesta y que nunca se entregó.

A pesar de eso, José Tomás terminó imponiéndose al toro y al viento, sobre todo en dos poderosas tandas por el pitón derecho. Al natural, el de Las Ramblas se rajó y se empezaron a suceder los enganchones. Acabó con manoletinas muy ajustadas en chiqueros. Cortó una oreja tras media estocada.

Con el quinto, manejable pero demasiado justo de fuerzas y de transmisión, toreó a media altura en una faena discontinua. Intentó en más de una ocasión bajarle la mano al toro, que perdía las manos por su flojedad. Lo mejor fue al natural, a pies juntos, muy quieto y erguida la figura, componiendo bien en cada pase. Pinchó lo que podía haber sido una oreja.

Abrió plaza Vicente Barrera, que sorteó un toro con el que nunca se confió salvo en un comienzo con personalidad. Tampoco el animal era un derroche de virtudes. En el cuarto se vio mejor versión del valenciano ante un toro noble y repetidor -el mejor del encierro- con el que estuvo más a gusto, con su particular estilo de figura vertical, aunque al hilo del pitón en los primeros momentos. Ya con el toro más parado, optó por circulares y manoletinas de rodillas para calentar a los tendidos.

Al entrar a matar -tirándose muy de verdad- resultó cogido espectacularmente, aunque sin consecuencias. Eso hizo que la gente pidiera con fuerza la segunda oreja, denegada por el presidente, que se llevó una monumental bronca. Por ello, Barrera dio dos vueltas al ruedo.

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